La amistad, es una relación de mutuo afecto, confianza y apego, en la cual uno se preocupa del otro en las dificultades, y celebra los triunfos en las victorias, mas nuestra amistad no se limita a eso, pues hemos compartido tantas cosas que no hay vez en que lo pasemos mal, sabemos cómo puede sentirse el otro al vivir una situación y también sabemos qué decirle, tenemos tanta confianza que no nos decimos "lo que nos gustaría escuchar", sino la verdad, aquella que a veces duele o que en otras sorprende, pero que es necesario desnudar.
El día en que te acompañaba en el puerto, no sabía que ibas a zarpar, pensaba que a la otra semana nos encontraríamos y sería un ciclo "repetitivo mas hermoso" de hacer de este encuentro una especie de rutina que justamente rompería con ésta. Mas no fue así, partiste en tu barquito de papel y a medida que ibas avanzando por las aguas, tripulantes se fueron cayendo y no hubo forma de salvarles, así también el combustible comenzó a escasear, dejando en un segundo plano todas aquellas cosas que tu mente y tu corazón preguntaban en ese momento. Mientras tanto, yo iba sentado en el bus rememorando pasajes de primaveras pasadas, cuando veía siempre el color rojo de los automóviles, aquel furioso que se aleja por el horizonte.
Ahora, después de un tiempo que se me hizo eterno, me vengo a enterar que todas mis suposiciones se fueron por la borda, vale decir, que no contarías novedad alguna salvo que los tripulantes que quedaban abordo comenzaban a reclamarte y a pedirte el máximo de disposición para poder conducir el barco aún en estas condiciones, y reflexiono en que, un día estuve a punto de llamarte para saber cómo estabas, pero no lo hice porque no sentí que tenía que hacerlo. ¿Realmente tuve que esperar a que se me presentara esta oportunidad para enterarme de ti? ¿Qué me cuesta agarrar un teléfono y cerciorarme de que estás bien? Cometí el mismo error dos veces ya, y si no sabes cuál fue mi error, te lo diré cuando te llame.
Ahora, escúchame (o léeme bien), pues quiero decirte que me importas, que yo no soy el bus de arriba que te deja solo a la deriva, así que si me necesitas, si realmente necesitas un consejo, una ayuda, un cariño, una palabra, yo voy a estar ahí, y que aunque pareciera -va para más adelante- que todos te abandonan, lo cierto es que yo permaneceré ahí. Así que, lamento si soy desesperante a veces (ajá, la pista) pero así soy yo y no te queda de otra más que aguantarme, pues cuando te escojí como mi amiga, y tú hiciste lo mismo conmigo, se asume que dijimos que nos aguantaríamos en las buenas y malas también jajaja, aunque es consuetudinario (de costumbre, no está escrito).
Y para que veas que leer tiene su recompensa, aunque también duele a veces (los ojos), abajito está un regalito para ti ... adivina usando esta ecuación: fotógrafo amateur + sentirse culpable + ser tú xDDD = dedicación de foto (tararan! a lo Viña del Mar ... tararán!... y lo que sigue que no sé cómo escribirlo).
Ariel Cruz
