jueves, abril 8

Aún somos niños - Reflexión B

Señores, señoras, pequeños, grandes, lectores, oyentes, lo que sea, hoy no tenía idea de qué escribirles para esta reflexión B que, gracias a Dios, es una retroalimentación, pues ustedes reciben cosas de Dios y yo mantengo viva la llama de la fe, que cuesta tanto mantener entre tanta mala noticia que azota mis oídos.

Como les decía, no sabía qué escribir. Me puse a armar una reflexión con varios versículos que leí en un rato libre de clases, y haciendo esta reflexión me di cuenta de qué podía hablar. ¿Saben? No, no saben, no adivinan mis pensamientos, a veces me olvido de eso. Yo creo que todos somos niños por dentro, pero no tan sólo por eso de que se dice que la infancia nunca se deja atrás, sino porque siempre tenemos que enfrentarnos a cosas nuevas, sorprendentes a veces, con las que tenemos que aprender a lidiar a través del tiempo, tenemos desafíos. Pero así como también tenemos desafíos, necesitamos alguien que nos enseñe, que nos diga cómo hacer las cosas, ¿¡sino cómo quieren que las hagamos bien!?

Proverbios 28:23 y Proverbios 29:5
"23 El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia que el que lisonjea con la lengua"
"5 El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende delante de sus pasos"

Ser adultos o niños o lo que sea no hace que seamos perfectos, todos cometemos errores, yo cometo errores, tú probablemente también, todos lo hacemos, queriendo o no, sabiendo o no, y no falta aquel que nos lisonjea (halaga excesivamente, adula), nos tira flores -generalmente se da cuando uno tiene cierto poder o influencia- y su intención es solamente ganar nuestro favor (un buen ejemplo en Chile sería Espinita en el Jappening con Já). No es que no nos puedan halagar, pero cada vez que nos halagan, se nos pueden subir los humos a la cabeza, es una especie de arma de doble filo, siempre hay que mantener la humildad.

Proverbios 29:15
"15 La vara y la corrección dan sabiduría, mas el muchacho consentido avergonzará a su madre"

Nosotros nos equivocamos muchas veces, y es en esos momentos críticos donde necesitamos que alguien nos hable con verdad, con sinceridad y nos diga qué estamos haciendo bien, qué estamos haciendo mal, que nos corrija. La corrección nos da sabiduría, nos enseña a ser mejores personas, no desechemos la corrección que hacen nuestros padres, nuestros buenos amigos, aquellas personas que sabemos que quieren lo mejor para nosotros.

Ven que, al final, seguimos siendo como niños. Siempre aprendemos cosas nuevas, nos enfrentamos a desafíos, nos equivocamos y requerimos de alguien para que nos pare, para que nos ayude, para volver al camino. Ese alguien puede ser un familiar, un amigo, una persona que estaba en la calle y quiso saber cómo estabas, puede ser cualquiera, puede ser Jesús.

Ariel Cruz

Como bonus track, les pido que antes de ver los videos y reír, lean lo anterior, se los pido, no quiero pensar que verán el video y se olvidarán del trasfondo del asunto.



Jappening con Já en Teletón 2007, 2º y 3º parte =)

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