martes, septiembre 14

Necesidades - Reflexión B

Me acuerdo cuando a final del año pasado me propuse llegar "preparado" espiritualmente para enfrentar mi último año de colegio. ¡Qué fácil es proponerse cosas! Pero pucha que es difícil cumplir con uno mismo. Hoy me siento mal, no es para menos, he tenido un gran año lleno de weás bonitas pero inservibles. Recuerdo que para escribir los cuentos, me tuve que "re-humanizar" y me llené con todos los conflictos sociales y estructurales de mi sociedad. Tragué con afán toda esa mierda para poder decirle al mundo y a los que me leerían que existía una esperanza.

En el proceso me pasó algo muy parecido a lo que le pasó a Frodo. Sentí que había salvado al mundo pero que me había perdido a mí mismo (irónicamente los cuentos hablan sobre la identidad y cómo nos reconocemos). O sea, me encontré, pero en el proceso, me fui alejando de mi propia esencia y me fui adentrando en la mierda que iba tragando.

Para variar, quiero regresar y retomar de nuevo las cosas, no me arrepiento porque ya sabía cuál era el precio que debía pagar, sólo que ahora deseo finalizar esa etapa y comenzar a retomar lo espiritual que había dejado en stand-by.

Es que ¿cómo no voy a andar mal? Basta con mirar algunas cosas para darse cuenta de que no estoy bien, que anduvo cambiando mi percepción de la vida y de la frontera entre lo bueno y lo malo. Mis buses de papel están hechos bolsa, mi cabeza no da para más tampoco y ya no siento nada. Quiero sentir amor, quiero querer hacer cosas, quiero volver a ser yo.

Ey, tú, el de arriba, ¿me puedes echar una manito? Te necesito :)

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