Este año viene con desafíos nuevos y marcados. Podría decirse que este año será de transición, el paso de una identidad consolidada que llegó a su máxima expresión a finales del año pasado y que cayó en decadencia al caer en los vicios del orgullo y el alejamiento de las bases, de los orígenes. La nueva identidad, indudablemente, tiene que tomar los aspectos positivos (que eran muchos) de la forma/modelo anterior, de hecho, hay que cambiar un par de cosas esenciales para que siga siendo yo mismo y pueda subsanar el error anterior. No obstante, la operación vista desde este punto de vista casi lógico suena bastante más simple de lo que parece.
Primero, cabe preguntarse, ¿qué cresta es propiamente mío? ¿qué es a lo que yo llamaría "mi esencia", aquello que me distingue de otros, que me hace ser diferente, que me da un sello de originalidad/autenticidad? Muchos tienen sus gustos musicales, la pertenencia a ciertos grupos, la lectura de ciertos autores, en fin... considerando que quiero desligarme del tema del transporte -justamente porque a estas alturas lo hacía/hago más por costumbre que por ganas, las formas esenciales deben remontarse a la etapa pre-transantiaguina y ¡oh! ¡Sorpresa! Hay muchos cambios desde ese entonces, el paso de una fotografía artística con un mensaje claro, contundente y muchas veces jugando -en el título- con las palabras a una fotografía de técnica y sobriedad pero de poca emocionalidad. No sé si me explico, antes la foto importaba por el mensaje y ahora importaba por la forma -ya que el mensaje siempre era el mismo: los recorridos.
En la conclusión anterior deduzco, revisándome, una contradicción a mis primeros principios: "No importará nunca la forma, lo que importa es la entrega de un mensaje, que éste valga la pena y que sea entendible para quien lo recepciona". Creo que con dos fotografías ejemplificaré bien ese cambio ocurrido.
Foto: Estación Cristóbal Colón - Año 2009
Foto: Recorrido 404e - Año 2009
El año 2009 es clave dentro de este desarrollo de la identidad pues fue la acentuación de ciertos rasgos propios, esto debido a la contraposición que significaba tener una mayoría atea dentro de mi curso, con costumbres y posiciones políticas muy diferentes a las mías y que, dentro de todo, pude conciliar con ellos recién después de la venta de alfajores a mediados de 2010.
En resumidas cuentas, los principios que se han formado entre la identidad pre-2009 y la consolidada de 2010 son los siguientes:
* "La lucha invisible que marca mi identidad es la del "querer decir" y la del "decir", la del "querer hacer" y la de la realización del deseo venciendo la voluntad o los obstáculos que puedan ofrecer las demás personas" --> Nadie me dirá lo que tengo que hacer, el único criterio que será válido será la concordancia de mis acciones y mis actos con mis deseos o pensamientos, todo esto bajo la base de que mi manera de pensar normalmente tiende a ser correcta y prudente. Obviamente hay ocasiones en que prima el criterio de autoridad.
* "Dentro del ámbito de las relaciones interpersonales, nadie conocerá mis emociones y nadie traspasará mis fronteras. No obstante, yo traspasaré las fronteras de los demás y me relacionaré con ellos en una relación de interdependencia tendiente a la autarquía emocional. Yo no dependo de ustedes, pero cuento con ustedes para ocasiones contadas y ustedes -si quieren- dependen de mí o, al menos, saben que pueden contar conmigo cuantas veces se les dé la gana" ... suena duro pero es algo así. Con el párrafo final me entenderán mejor.
* "Es necesaria una sincronización entre el "deber" y el "querer" para poder alcanzar la máxima satisfacción profesional y alcanzar el máximo nivel de actividad sin restringirse por la variable tiempo. Soy capaz de hacer todo lo que me propongo en la medida que planifico las cosas a tiempo y hago mis deberes concordando con aquel plan, el cual debe ser flexible para atender cosas que están fuera de mi alcance y así poder ser llevado a cabo" -> Como ahora mis deberes ya no son deberes, sino gustos ... la inversión de tiempo en ellos no me aburre ni tampoco me resta energías.
* "Nunca debes quedar con la sensación de que pudiste hacer mejor las cosas, SIEMPRE da tu máximo" --> El punto anterior se relaciona directamente con éste. En la medida que se hace un buen trabajo orientado al largo plazo y al bienestar consciente, el trabajo bien hecho se recompensa con mayor tiempo libre.
* "Yo vivo en mi mundo, a partir de él observo a los demás. Las acciones que vaya a realizar se deben atener al contexto de lo observado y a la búsqueda de la realización de mis propios ideales dentro de mi manera de actuar" --> Tiene que ver con el tema de la "autarquía emocional" y con mi forma de ser, yo soy un ente observador que está fuera del conjunto de personas al cual debería estar integrado. ¿Por qué? No sé, así soy yo, me acomoda y me agrada =D.
* "Todos los literatos y humanistas, en general, tienden a mirar el vaso medio vacío, la mancha, el problema ... yo también, por naturaleza, tiendo a ser así. No obstante, en mi expresión, siempre intentaré rescatar un aspecto positivo de la realidad, algo que llame la atención o que sea esperanzador" --> Se puede apreciar en mis fotos y en algunos de mis escritos
Ahora bien, tomando en cuenta esos preceptos (que no son todos, pero al menos son mis principales caballitos de batalla junto con la fidelidad a mis creencias religiosas), gran parte de la explicación que uno puede hacerse de uno mismo viene del estudio de los sueños. Creo que el mayor acto de confianza que una persona puede hacer es confiarle un sueño a otro, porque los sueños son todas nuestras intimidades, sin censuras y en forma de arquetipos o modelos que encarnan diversas fuerzas, deseos, pasiones o inquietudes.
El relato escrito que deseo realizar durante este año aborda esa temática: mi esencia a través de mis sueños, es una alegoría de mi filosofía de vida adaptada a una historia de romance y acción fantástica. Es primera vez que abordaré el tema de la fantasía, sin embargo, no me siento nada ajeno a ella, de alguna manera creo que la imaginación es parte de nuestra propia realidad, por cuanto nosotros aprehendemos la realidad como sujetos y, por tanto, dentro de nuestra subjetividad inevitablemente nuestras formas de pensamiento, de concebir el mundo, de concebir las relaciones entre los distintos actores de esta gran (y larguísima) obra de teatro llamada vida cotidiana, todo apunta a una parte que la imaginamos nosotros, que la adaptamos nosotros a nuestra forma de entender el mundo, porque seamos sinceros, aunque dos personas vean el mismo vaso, uno verá el contenido, otro si está sucio, otro si tiene alguna grietita, otro si es de madera o vidrio, todos se enfocarán en cosas distintas.
Concluyendo este escrito autorreferente, al igual que en el 2009 donde quería reafirmar el tema de mi identidad, ahora el 2011 tengo que reformarla tomando como base la anterior. No será fácil adaptarse a estos cambios, pero creo que son necesarios para alcanzar el fin último de todo esto: ser feliz con lo que uno es.
