martes, junio 26

Necesidad de replanteamientos

Las cosas cambian, nunca terminamos de cambiar ni tampoco somos los mismos que ayer o hace un mes. Al igual que el paso del tiempo, la consecución de estos cambios también es gradual, progresiva y abstracta, por no decir invisible.

Hace años pensaba que una amistad podía ser para siempre o que podría ser trabajada para ser así, otros años pensaba que la gente era como pasajeros en un bus, que irremediablemente algún día tendrían que bajarse y para hacerse menos problemas, lo ideal era no apegarse tanto a ellos. ¿Y ahora? No sé, realmente no lo sé, pero tampoco es algo que quiera preguntarme, o que me parezca urgente.

La necesidad de definirse, de plantearse un problema y llegar a una conclusión o algo parecido, viene también con la idea de ser consecuente, de tener un ideal, un principio, alguna regla en la cual ceñirse, no ir en zig zag adónde me lleve el viento ni en la cresta de la ola, ir adónde quiero ir. Pero, ¿y si no quiero definir eso aún?

Hay cosas que aún no deseo cuestionarme, es probable que vaya a ser necesario hacerlo en un momento crítico, pero ¿qué no es lo mismo que pasa con las coyunturas críticas?, ¿qué no es lo mismo que dejar que se acumule un cierto peso histórico hasta que el tema reviente y sea necesario hacer un cambio?. ¿Por qué no anticiparse y hacerlo antes?, ¿por qué no ir a la vanguardia como siempre y adelantarse a los cambios? 

Tengo esa necesidad de replantearme ciertas cosas, no es que en este momento esté viviendo un proceso de cambio vertiginoso, pero ciertamente no me puedo quedar pensando en que "debería dejar de reforzar tanto ciertos lazos (por el miedo a que algún día se vayan y los tenga que extrañar)" cuando ya lo hice, ya estoy atado, ya me acostumbré a tenerlos en mi vida. Es cierto que las personas cambian, y que la metáfora de que "un clavo saca otro" es relativamente cierta. 

Por una parte, todas las personas cumplen una cierta función en la vida de las otras (llámese como sea esa función: pololeo, amistad, compañía, conocidos, lazo familiar, etc, etc, etc, etc, etc, etc) y aunque unas personas se sientan más cómodas dentro de una que de otra, eso no las limita para cumplir su función y tener un buen desempeño. 

No obstante, cada persona es también un mundo; un mundo enorme, complejo y realmente hermoso, muy variado. Nuestra propia identidad es permeable también a lo que compartamos con otras personas, son las relaciones interpersonales las que terminan enriqueciendo nuestros mundos y enseñándonos más cosas, tanto acerca de la realidad que nos rodea como de nosotros mismos. Por poner un ejemplo más claro, ¿no les ha pasado que tras compartir con una persona, también adoptan ciertas costumbres de ella o se adaptan al carácter de esa persona y, a su vez, esto les sirve para relacionarse con gente parecida? Son cambios que no siempre son visibles, pero el hecho de usar ciertas palabras, de leer cierto lenguaje corporal, de expresarse de una manera diferente, son cosas que hacemos por imitación.

Dentro de esta lógica, lo que mi linda y peluda cabecita tendrá que pensar es cómo congeniar esta inherente necesidad humana de relacionarse con otras personas con ese temor a lastimarse, esa noción de desapego, de que algún día tendrán que irse y los extrañaré, querré tenerlos presentes y no estarán. Podría recurrir a la salida de vivir el día a día, de vivir el momento, de crecer preocupándome de ser feliz cada día de mi vida -que, en parte, es lo que he terminado haciendo- pero, es raro para una persona como yo el moverse sin una hoja de ruta clara, al menos en esta cosa de las relaciones interpersonales.

Se podría partir por desterrar ese miedo, dejar de pensar porque una vez me apoyé demasiado en una persona y ésta se fue, que esto se repetirá, creer ingenuamente en que no volverá a pasar, pero nadie con dos dedos de frente se inclinaría a suprimir o borrar ese miedo del todo. Otra solución posible, podría ser volver a apoyarme en ciertas personas, volver a tener una mano derecha que me apañe en esas cosas sensibles y difíciles de hablar, y contar con el resto de puñados de conocidos para resolver los problemas más básicos (o más entretenido aún, inventarles que tengo problemas para que se sientan útiles e importantes). ¡Oh wait! Ya he estado haciendo eso último, tomé esa vía inconscientemente.

Creo que todo lo escrito anteriormente no tiene gracia, dado que ya tomé una solución. Pero, ¿y es la mejor? Tarde o temprano, tendré que desnudar mis sentimientos ante alguien. Hay que separar ciertas aguas, en una escala de información sensible, me da igual que la gente sepa mi nombre, me parece una anécdota que sepan algunos de mis gustos, me causa gracia que se tomen el tiempo de hablar conmigo (aunque sea para repetir el clásico diálogo de que ambos estamos bien y vivimos un mundo de fantasía después de la pregunta "¿cómo estás?"), me da seriedad que otras personas sepan lo que realmente hay en mi cabeza y hasta me preocupa un poco, pero reconozco que... por mí, ojalá nadie supiese nunca de mis sentimientos.

¿Por qué no? Preferiría no responder esa pregunta, pero es un tema que complica. Más allá de la pregunta sobre qué haré con las amistades que estoy empezando a cultivar y cómo lo haré para proteger aquella información que con celos guardo, bien de fondo, también está la pregunta eterna sobre la pareja. ¿Qué es lo que realmente quiero de una pareja? ¿Estoy dispuesto a enfrentar mis temores y aquellos fantasmas que a veces se me cruzan? Mejor dicho, ¿lo estaré en el corto, mediano o largo plazo? ¿Qué pasa si esa persona llega, toca mi puerta y yo estoy duchándome recién sin siquiera escuchar la puerta? 

No creo en personas perfectas, no creo en princesas, no quiero una mujer que me resuelva todos los dilemas de mi vida, tampoco quiero una mujer que sea mi media naranja, ni mi media pera, ni tampoco mi otra mitad exacta, y no lo quiero porque no me hago las expectativas de eso. No quiero una mujer que crea que soy un príncipe azul, y que le voy a salvar el pellejo todas las veces que se meta en un problema, ni tampoco que voy a ser el más romántico de los románticos de sus pololos ni ninguna wea de esas, por un tema muy simple, son re pocas las mujeres que piensan así y las que lo siguen pensando, son generalmente inmaduras.

Soy bien pesimista hasta cierto punto, pero preferiría llamarlo "realista" para usar un eufemismo y cubrir esa carga negativa. No obstante, pese al texto anterior que en realidad no sirve de nada pues dice, en otras palabras, dice que quiero una mujer aterrizada al menos en esa área (¿y vamos? algo de cordura tengo, sé con quién podría meterme y con quién no).¿Por qué tan ambigua y básica la definición? Porque sé lo que no quiero, pero en realidad, con la experiencia que he tenido, sé que me puede gustar un amplio espectro de personalidades femeninas, mundos femeninos y de características. Lo único que termina siendo una variable común es que son personas con una carga de identidad fuerte, que si tú les preguntas: ¿quién eres? te pueden dar una respuesta coherente, no un balbuceo ridículo. Dentro de ese cargo de carga de identidad fuerte, generalmente son personas que hacen lo que quieren, pese a que otras personas podrían criticarlas o chaquetearlas por seguir sus ideas (aunque claro, no todas cumplen esa regla).

El punto, al final termina siendo más simple de lo que pareciese. ¿Quién más podría entender a alguien que persigue sus sueños si no otra persona que también los persiga?, ¿Quién puede ser más admirable -sin tampoco menospreciar a otras personas muy heroicas anónimamente- para un buscador de sueños que otra persona que también los busque? ¿Quién más podría inspirar a alguien a buscar sus sueños si no un igual? Lo dejo en eso, suficiente por hoy.

domingo, junio 17

Motivos

Tengo ganas de huir, pero no puedo o no quiero; sé que puede ser muy peligroso, y es hasta estúpido querer quemarse con fuego, pero no es el riesgo el que me motiva, me motivas tú.

lunes, junio 11

Nada es azar

Debo reconocer que me atrae poderosamente la idea
de descubrir misterios de a poquito,
me gusta aquello que requiere trabajo y demora harto
porque disfruto del proceso.

Creo que algún artesano me va a poder entender
cuando diga que hay que darse el tiempo
y la inspiración necesaria
para hacer un trabajo prolijo.

Detrás de simples hechos se esconden detalles simbólicos,
ninguna de las cosas que ocurren en esta vida son azar,
ni tampoco las disposiciones de los humanos son casualidad,
solo hay que estar atento para saber leerlas.

Cada palabra que se usa, cada palabra que se escribe,
denota una decisión, una elección,
cada acción tiene un propósito,
y cada mundo tiene sus propias razones de ser.

Los propios gustos no son casualidades,
son parte de las construcciones de identidades,
si yo no hubiese vivido ciertas cosas en mi infancia,
ni siquiera pensaría en hacer metáforas con micros.

Los mismos miedos, son parte de lo que aprendimos,
lo que vimos y lo que nos enseñaron,
no nacimos temiéndole miedo a las cosas,
yo no nací temiéndole al fuego.

Solo espero estar a la altura de las circunstancias,
hay tantas cosas por las cuales me río pero que,
en realidad, solo son una forma de agradecerle a la vida
por las oportunidades que se me han dado.

También la forma de comportarse de uno
tiene que ver con las preguntas que uno se ha hecho,
y aquellas inquietudes que a uno le marcan,
además de una que otra mañita.

Me gustan los misterios, pero esos donde hay pistas
que te llaman a ser buscadas,
no esas nubes de confusiones gratuitas
que se disfrazan de misterio.

Odio la confusión, odio las incertidumbres,
odio las cosas a medias o poco prolijas,
odio lo que me parece inútil o una pérdida de tiempo,
y ese odio está dado por las cosas que he vivido.

Y es que, ¿para qué vas a preocuparte
de algo de lo cual no recogerás sus frutos?,
no es que todo deba tener un sentido pragmático,
ni que el altruismo de por sí sea malo,
pero mi trabajo no es un regalo.

¿Cómo va a ser un regalo aquello en lo que puse mi corazón?
¿Cómo no va a tener precio aquello en lo cual puse mis energías?
No hablo de monedas, ni hablo de retribuciones o favores,
hablo de precios, intento dar más de lo que me dan,
pero en ciertas relaciones es inevitable esperar (o querer) una paridad.

sábado, junio 9

Conceptual 2

Es difícil ponerse a escribir cuando se tienen tantas ideas en la cabeza, es decir, fijas tu mirada en el papel e intentas decirle algo, pero no te sale. Es como cuando quieres estornudar y no puedes, simplemente porque no sale. Para mí, escribir es conversar con el papel, decirle lo que me pasa, lo que se está apoderando de mis sueños o plantearle ideas. Pero es difícil cuando tienes sentimientos mezclados, y se te ocurre hablarle del amor, para luego terminar filosofando sobre que, en realidad, no me gustaría vivir en un palacio con sirvientes o muchas cosas de lujo porque las cosas realmente me importan poco. Son cosas que no tienen mucho sentido, al menos para el pobre lector.

Frustra cuando no te resultan las cosas, cuando intentas escribir sobre una cosa y terminas divagando en otra, es doloroso, porque no sabes cuándo va a volver la inspiración. Hay gente que trabaja el tema y escribe todos los días como una disciplina, pero para uno que solo usa las palabras para comunicar lo que necesita decir y no para ganar el sustento diario, eso no me parece necesario (aunque sí es un ejercicio divertido).

Se supone que yo iba a escribir sobre el amor o algo relacionado, la idea era decir más o menos, con metáforas, lo mismo que he estado conversando y filosofando con un par de personas durante estos días. La conclusión de todas esas horas invertidas es que, a pesar de que a uno le pueda gustar gente de muchos tipos de personalidad, colores, caras, gustos y otro largo etcétera; a la larga, lo que prima es que uno se sienta cómodo con esa persona y pueda proyectarse (o lo desee).

Después de llegar a eso, iba a compararlo con algo tan terrenal y propio de mí como lo es esperar en un paradero, que uno no tiene porqué sentirse mal o extraño porque se tarda más si a la larga cada uno tiene necesidades distintas que resolver o características distintas por complementar. Porque puede que haya varias micros que pasen cerca del lugar que uno necesita, pero uno puede darse (en este supuesto universo ficticio) el tiempo de esperar la que te deja en el lugar justo y preciso.

También me lo imaginé como una herramienta, algo así tan trivial como un destornillador. Existen muchos destornilladores, y también uno puede emplear otros elementos con punta para hacer la misma función, pero en general, cada medida de tornillo le corresponde un destornillador diferente. No sé si haya quedado muy clara la idea, en versos sonaba raro hablar de tornillos y destornilladores.

Incluso, lo vi como una función matemática, donde idealmente cada elemento de A se correspondiera con un único elemento de B y, a su vez, cada elemento de B se correspondiera con un único elemento de A, formando una linda función biyectiva, pero no tiene tanto que ver con la metáfora de la micro así que la descarté en un primer momento.

Lo pensé también como una fotografía y el deseo que uno tiene al momento de hacerla. Que en realidad hay muchas formas de encuadrar la imagen, de ajustar la luz y el tiempo de exposición, pero solo una (o un rango pequeñito) corresponde con la idea que uno desea reflejar y logra transmitir las emociones que el corazón desea desnudar.

El punto es que justifiqué las múltiples oportunidades que he dejado pasar porque no me llenan del todo, iba a escribir otra cosa para tapar esa verdad, pero ¿para qué voy a mentirles, queridos lectores? Soy un hombre mañoso, ni siquiera exigente, lo mío es pura maña. Yo antes pensaba que era difícil de contentar y que era un caso perdido, pero pensándolo bien, en realidad no pido demasiadas cosas, es gracioso cómo en mi cabeza se van haciendo concesiones ridículas o negociaciones unilaterales sobre la persona que me gusta, al final soy solo un mañosito con un cartel que dice: "Si quieres sufrir, enamórate de mí".

Ahora es cuando el papel se larga a reír por esa frase tan ridícula, estúpida y publicitaria. No te rías de mis tonterías, papel. ¡Me demoré cinco horas en escribir esta cosa! Y estoy seguro que no llega ni a los talones de otras cosas que he hecho, pero es lo que hay.




martes, junio 5

Necesidades irresolutas en Transantiago (2012)

Están ocurriendo un montón de cambios silenciosos en Transantiago, los medios de comunicación masivos han hecho algunos alcances respecto a esto pero no he visto ningún análisis en profundidad sobre el tema. Tampoco se han hechos campañas masivas de información a la población sobre lo que vendrá ni las cosas que probablemente implicará.

En numerosas entrevistas con medios de comunicación, don Pedro Pablo Errázuriz, actual Ministro de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), ha señalado que se han involucrado más como ministerio en el tema de Transantiago, que se han cambiado los contratos y que el sistema debería mejorar enfocándose en disminuir transbordos, mejorar las frecuencias de los buses y fiscalizando la evasión.

Lo que no se ha dicho es que, en general, el Ministerio, más que ir metiéndose en el tema e ir regulando o fiscalizando con mayor rigor, le ha dejado todo el trabajo a la parte contractual (es decir, al cambio de contrato) creyendo ingenuamente que con cambiar las condiciones del contrato se terminarán las malas conductas. Eso evidentemente no ha pasado ni tampoco pasará, porque el problema va más allá del contrato.

1.1 El contrato

Ordeno estas cosas con punteo básico para que no se aburran. Los contratos anteriores pagaban a los empresarios por kilómetros recorridos mayoritariamente (y otra parte más pequeña era por el transporte de los pasajeros). En otras palabras, para que el servicio fuese pagado, las empresas debían pasar las tarjetas de ruta de los letreros por los validadores, realizar el servicio que indica la ruta y quedaba mayoritariamente pagado, asegurándole un ingreso fijo.

Este sistema era relativamente bueno para las empresas, sobre todo para aquellos servicios con mucha evasión, porque bastaba con que sacaran los buses a las calles para que les pagaran (¡hey! ¿recuerdan que antes se decía que se cambiaron los contratos para esto?). Pero, también ocurrieron malas prácticas, como que las empresas "validaban" la ruta pero apagaban las luces o cambiaban los letreros y... se iban vacíos o, más hipócritamente, con pasajeros adentro y con panel "En tránsito" o "Fuera de Servicio".

A raíz de esto, nace esta nueva necesidad de que los buses que son validados en ruta tengan este pago por pasajero, para asegurarse de que los buses pasen y efectivamente toman gente. El problema surge cuando esa gente no paga. Una de las posibles consecuencias de este tipo de contrato es que aquellas zonas con mayor evasión sean dejadas de lado o les vayan cambiando recorridos porque, siendo honestos, ¿para qué vas a tener circulando buses por un lugar donde nadie te va a pagar?.

1.2 Evasión

Dentro de este contrato nuevo, las empresas ahora son las responsables de la evasión (o al menos, de solucionarla). Esto ha generado que se creen nuevos puestos laborales para controlar la evasión contratados por cada empresa, los cuales están derechamente dentro de los buses o en los paraderos de mayor afluencia. Otras empresas se han planteado la posibilidad de traspasarle parte de esta responsabilidad a los conductores de los buses, quienes desde un principio solo debían preocuparse de manejar.

La evasión en Transantiago es relativamente alta. Se supone que antes, con las micros amarillas, por diversas razones (miedo, conductores más conflictivos, presión social, forma de pago) la evasión rondaba el 9 a 10%. Existe también evasión de todo tipo, desde gente que tuvo que subirse en las puertas de bajada para poder entrar, hasta grupos organizados que esperan la ocasión para subirse sin pagar.

Si a las empresas les pagan más por pasajero transportado que por kilómetro recorrido, y los pasajeros que se pagan son los que validan su pasaje (o que hacen la transferencia por medio de la tarjeta). Lo más probable es que comience a haber una mayor presión financiera en las empresas operadoras, teniendo que recurrir a la reducción de costos o de personal para poder mantener el mismo ritmo de trabajo con un presupuesto más variable.

1.3 Fusionamiento de zonas...pensando en el bolsillo

Como algunas personas ya saben, actualmente el sistema Transantiago ya no opera internamente bajo la lógica de troncal y alimentador, sino que se trata de Unidades concesionadas. El color "blanco y verde" desaparecerá de la ciudad por un tema de imagen (desde hace rato que el Gobierno quiere cambiarle el logo a Transantiago, el nombre y borrar ojalá todo lo que indique el "desastre" pasado).

En la imagen previa, realizada por Franco Ferrari, me ahorro mayores explicaciones sobre los colores y los recorridos actuales de cada unidad. ¿Cómo fue que llegamos a esto? Más que pensar preferentemente en los usuarios y en que tengan mayores opciones de recorridos, todo corresponde a un ajuste estructural.

Algunas empresas que operaban en Transantiago estaban en una situación económica deficitaria. Buses Gran Santiago (Zona B - H) quebró y tuvo que rematar sus buses. Unión del Transporte (Zona E) ha estado al borde de la quiebra durante casi un año, por lo que ahora es prestador de servicios de Vule (Troncal 3, Zona E - H - I) y Las Araucarias (Zona G) también fue declarada en quiebra y se rematarán sus buses. Para el cambio de contrato, las empresas troncales fueron "beneficiadas" con las unidades alimentadoras que se les quitaron a estas empresas (en estricto rigor, no se les renovó la concesión que terminaba este año).

Era una movida lógica. La concesión de las zonas afectadas pasó a empresas que tenían un soporte financiero y económico mucho mayor. Así:

- Zona B será fusionada con la Zona C en la Unidad 6 que operará RedBus Urbano con el color rojo.
- Zona D fue concedida (yo no sé con qué mierda de criterio) a Express de Santiago Uno con el color naranjo en la Unidad 4.
- Zona E será fusionada con la Zona H, la Zona I y el Troncal 3 en la enorme Unidad 3 que opera Buses Vule con color verde.
- Zona F será mantenida por STP Santiago y está el rumor de que presentará una quiebra más adelante y la tomará el grupo de la Unidad 3 (solo rumor o mito urbano, nada creíble, pero cumplo con admitir que existen voces que hablan de eso). Cambiaron el color morado por el amarillo, quedando como Unidad 7.
- Zona G será fusionada con el Troncal 2 por la Unidad 2 que opera Subus Chile.
- Zona J será fusionada con el Troncal 5 por ser de la misma empresa, Buses Metropolitana, en la Unidad 5. Sus buses serán turquesa.

1.4 Fusionamiento de recorridos...pensando también con el bolsillo

Junto con el fusionamiento de unidades operacionales y el fin del sistema troncal-alimentador, hay un cuantioso gasto que se está haciendo para repintar todas las máquinas del sistema con los colores que les corresponde ahora. Para que se hagan una idea, según el Registro que tiene el MTT sobre los buses de Transantiago para el 30 de Mayo de 2012, hay 6.180 buses.

En general, el sistema Transantiago va operando por períodos de meses bajo lo que se llama Programas de Operación, que son los lineamientos que las empresas deben seguir con sus servicios, estipulando la cantidad de buses, los kilómetros recorridos y todas las calles de los recorridos junto a sus desvíos por feria u otros acontecimientos. Con esta mayor presión financiera y en vista de la actual fusión de unidades operacionales, las empresas están buscando reducir costos fusionando recorridos.

¿Qué costos se pueden reducir con esto? Las empresas suelen tener reguladores de ruta en los puntos de cabecera (inicio y fin de recorrido), por lo que al fusionar servicios tienes menos cabeceras que cubrir. De esta manera, si antes un regulador debía encargarse de un servicio, puede que más adelante le toque encargarse de tres o cuatro recorridos o, en el mejor de los casos, que requieran menos reguladores de ruta para controlar servicios.

Debo admitir que en mis experiencias como usuario y con lo que me han comentado otros reguladores de ruta, el alargamiento de los recorridos no trae muchos beneficios a los usuarios. Un servicio más largo y con menos puntos de regulación tiende a ser irregular en frecuencia, ya sea porque los buses presentan problemas mecánicos, porque hay tacos o porque se van juntando y forman los famosos trencitos.

Que se diga que "favorecerá a los usuarios" la extensión de un recorrido como el 109 que iba desde Estación Central a Maipú y que ahora llegue a Renca es un eufemismo barato. Hay otras rutas más rápidas para ir a Renca y son públicos diferentes. Otra extensión curiosa fue la del recorrido 405 y 413, "para que la gente de Maipú llegue directamente a Vitacura". No es mala la idea, pero quitar el único servicio (413) que descongestiona avenida Providencia en horas punta al venir vacío desde Los Leones y fusionarlo con un recorrido con serios problemas de frecuencia (405) es un suicidio. No se extrañen de que hayan protestas y la gente en Providencia se quede botada en los paraderos, esa jugada es rematadamente mala y no sé bajo qué condiciones se pudo aprobar tal aberración.

Hay un rumor que dice que la empresa Buses Vule dejará de operar sus recorridos en la estación Bellavista de La Florida (intermodal) fusionándolos con otros recorridos de la misma para evitar tener que gastar en arrendar la infraestructura de Metro. Yo no sé qué eufemismo usarían para algo así, considerando que llevamos 6 años tomando recorridos en la comodidad que brinda la Intermodal. Pero ya está el antecedente de Carlos Valdovinos, donde la empresa dejó de arrendarle el espacio a Metro por un tiempo y utilizó la calle de servicio adyacente al zanjón.

Así como estas extensiones con "supuestos beneficios" para los usuarios, no son más que ahorrar costos en cabeceras y alargar los recorridos, quizás, para asegurarse más ingreso por kilómetro recorrido (esto último es una hipótesis). Pero lo cierto es que... el sistema con esto empeorará y solo habrá mayor presión social.

1.5 El sobrecargamiento del Metro

Yo no ando en Metro regularmente desde hace mucho tiempo, por diversos motivos me he acostumbrado a viajar por la ciudad en bus evitándome el calor humano, la saturación y las caras largas de mi querido tren subterráneo (sí, pese a todo, lo quiero). Pero ver escenas de guardias reteniendo a las personas para acceder al andén por colapso del servicio me da demasiada pena.

En la primera parte de Transantiago (2007 - 2008), muchos de los buenos cambios de recorridos fueron para descongestionar el Metro como los Clones de Metro y los Súper Expresos. Por diversas razones, estos recorridos han sido tocados traspasándole una presión mayor al Metro al no haber una alternativa en superficie.

El recorrido 412e era el Clon de Metro para la Línea 1. Operado con buses antiguos, al no tener la restricción de velocidad, podían competir tranquilamente con Metro en cuanto a velocidad comercial y ofrecían la posibilidad de sentarse con 45 a 50 asientos. Actualmente el 412 es un servicio normal, que parte desde Metro San Pablo y termina en La Reina.

El recorrido 213 es el Clon de Metro para Línea 4 y 5 por Vicuña Mackenna. Subus Chile continúa operándolo de buena manera, pero solo cubre el tramo de Baquedano y Sótero del Río. Es un constante apoyo en Vicuña Mackenna tanto para Metro como para el recorrido 210, no obstante, dejó de funcionar en los fines de semana por baja rentabilidad. Es el único clon que vive.

El recorrido 214e era Clon de Metro para Línea 2. Operando entre Cal y Canto, y La Cisterna. Ahora el servicio fue extendido a la Población Santa Olga en Lo Espejo. Actualmente opera como un servicio expreso, pero ya no con la calidad de Clon de Metro.

En los recorridos Súper Expresos, muy útiles por lo demás para trasladar gente desde puntos distantes usando las autopistas de la ciudad, el recorrido 114e que acercaba Pudahuel a Quinta Normal se eliminó por ser un alimentador encubierto y por baja demanda. El 215e que operaba entre Los Héroes y Lo Ovalle no era rentable por lo que dejó de operar.

Sin embargo, el recorrido que más me preocupa es el 222e que une Metro Santa Ana pasando por Metro La Cisterna, sectores de La Florida y la Plaza de Puente Alto. Se nota que la empresa se ha dado el trabajo de estudiar y buscar formas de hacerlo más atractivo que el Metro, es así como ha sumado varias paradas en horario punta mañana, pero de todos modos aún sigue siendo pobremente preferido.

El cambio que pudo haber incidido en ello es que se fusionó con el 220e que unía La Cisterna con Santa Ana, así el recorrido se tiene que comer tres tacos en la mañana. El primero de acceder a la autopista Vespucio Sur desde Vicuña Mackenna, y el segundo de subir a la caletera de Vespucio Sur en La Cisterna y bajar a la autopista nuevamente para toparse con el tercero, tomar la Panamericana desde Vespucio Sur. En lo personal, la vez que me subí considerando estos antecedentes pensé que se demoraría mucho en terminar el recorrido, pero debo admitir que sus tiempos de viaje siguen siendo buenos y en comodidad es mil veces mejor que el Metro (bien lo saben mis siestas matutinas en algún asiento del bus). En horario punta tarde este recorrido es súper demandado por estar en el centro, así que ahí no tiene problemas de rentabilidad.

Quizás con campañas de publicidad e información, se pueda acarrear más gente del saturado Metro y que se muevan en estos Súper Expresos. Sería una pena que desaparecieran buenos recorridos por baja rentabilidad dado que la gente no tiene idea de las ventajas que conlleva. El problema también radica en parte de la cultura del santiaguino promedio, que desea la ruta más tradicionalmente conservadora y que implique menos transbordos, aún cuando eso también sea sinónimo de apretujamiento y frustraciones varias.

1.6 La malla de recorridos y la cantidad de buses es un problema

En un principio, el gran problema de Transantiago era que la malla de recorridos era limitada, habían poblaciones y conjuntos residenciales sin cobertura, los buses eran relativamente escasos dependiendo del sector y de la empresa operadora. Con los cambios de recorridos y de políticas respecto a Transantiago ese tema fue mejorando hasta que en 2009 se llegó a una malla de recorridos decente.

El problema es el que se ha relatado en los anteriores párrafos. En busca de reducir los costos operativos (lo cual es entendible, hablamos de empresas privadas) se han extendido los buenos recorridos que teníamos generando problemas de frecuencias y disponibilidad de buses, esto desde el año 2009. Muchas de estas extensiones de recorridos o nuevos recorridos se han hecho sin variar la cantidad de buses en las empresas operadoras, por lo que literalmente sacan buses de un recorrido para ponerlos en otro.

Por poner otro caso de ejemplo. El recorrido 117 fue creado oportunamente para usar el Túnel San Cristóbal y conectar de forma rápida a las comuna de Providencia con la Ciudad Empresarial y el sector de Metro Vespucio Norte. Con estos alargues de recorrido, se extendió hasta San Joaquín para apoyar el recorrido 103 (la idea es buena, hay que admitirlo), calcando al recorrido 103. La flota de buses de Inversiones Alsacia se ha mantenido constante en estos últimos 3 años, por lo que este recorrido implicó quitar buses de un recorrido (probablemente el 103) y pasarlos a otro (el 117). Demás está decir que el 117 ahora tiene una frecuencia menor que la que tenía cuando comenzó su operación, pero que se ha ido ajustando con el tiempo.

El recorrido 118 que une Maipú con La Florida es otro caso que sirve de ejemplo. Este servicio conecta la Plaza de Maipú con el Mall Plaza Oeste, los numerosos hitos de Américo Vespucio y el centro cívico de La Florida dando cobertura a una necesidad real de transporte por Américo Vespucio en este tramo. El problema es que para hacer este recorrido tuvieron que sacarle buses al 108, que ya estaba algo sobrecargado.

1.7 Necesidades irresolutas

Como ya hemos visto y espero haber sido lo suficientemente claro para que se entienda. Las políticas del gobierno de decir que se está haciendo cargo de la situación, pero que en realidad solo significa cambiar el contrato y dejar que las empresas se las arreglen como puedan están generando ya una presión financiera sobre las empresas.

La solución que ofrece el gobierno con este nuevo contrato está generando vicios más complejos que el problema que se tenía para resolver. Al final, lo que tendría que haber sido una disminución de transbordos será sinónimo de más gente metida en el Metro; el mejoramiento de frecuencias en las circunstancias actuales y con las tendencias que está tomando el sistema no se va a realizar, sino que empeorará; y la fiscalización de la evasión será quizás lo único positivo del asunto dado que ahora se están cursando multas y existe una fiscalización exhaustiva en paraderos de gran afluencia.

En cuanto a los trabajadores del sistema, muchos de ellos olvidados y que terminan recibiendo la peor parte de todo esto, al tener las empresas una mayor presión financiera y tener que operar recorridos más largos, tendrán más estrés y se pueden tanto generar nuevos puestos de trabajos (fiscalizadores) como prescindir de otros (reguladores de ruta) para mantener el equilibrio. Los buses también pueden verse perjudicados teniendo mantenciones más irregulares de las que ya tienen (no todas las empresas son así, pero varias son bien truchas) y, en general, la calidad de vida de todos ellos debería verse mermada también.

Aún no se sabe qué pasará con la gente de Unión del Transporte (Zona E) y las cotizaciones previsionales que no se han pagado en algunos casos. Las Araucarias (Zona G) tiene problemas de sueldos impagos y cotizaciones previsionales adeudadas, pero su servicio finaliza en agosto de este año cuando Subus Chile se encargue de toda la Zona G, por lo que tampoco se sabe qué pasará con ellos. De Buses Gran Santiago no manejo mayores antecedentes, y se sabe que en Transaraucarias (quiebra de 2009) aún no se han pagado los sueldos impagos ni cotizaciones. Por ende, la situación no es nada alentadora.

...

Así que ya saben para dónde va la micro...esto es el Transantiago del gobierno actual.
 

sábado, junio 2

Y si quisiera...

¿Qué pasa si quiero volver a hacerme ciertas preguntas? ¿Tiene la educación que ser realmente laica, estatal y gratuita? ¿Qué tanto hay de discurso de lavado de cerebro con eso de que "lo mejor que podemos dejarle a nuestros hijos es la educación"? ¿Quién dijo que era eso? ¿Quién lo pensó? ¿Cuándo lo pensó y por qué lo seguimos pensando? ¿Es realmente lo mejor que podemos dejarle?

¿Por qué debería el Estado brindar educación... o es muy liberal lo que me estoy preguntando? ¿Por qué los privados, tampoco sirven, para dar buena educación? ¿Qué se entiende por educación y qué se desearía que fuera realmente "educación"? ¿Vamos a enseñar cosas que sirvan en el colegio o mantener los planes curriculares... o seguiremos haciendo del colegio, solo un lugar donde se enseñe disciplina y el resto sea una excusa?

¿Estará bien preguntarse tantas cosas para las cuales no tengo muchas respuestas? Supongo... para dar una opinión.




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