Como bien saben, siempre ando jodiéndome con los mismos problemas, no es que ellos me busquen, soy yo el que los busca, y bueno, al buscarlos, inevitablemente tengo que enfrentarlos. Al parecer, me gusta tener una vida con problemas manejables, ¿será para que sea más entretenida?
La situación creo que ya todos la conocen, mi bendita soltería. Es bendita, porque sé que todavía no es tiempo para estar con alguien, las responsabilidades que tengo y el esquema de vida que estoy armando pueden verse quebrados por la llegada de una mujer, ¿la razón? Suelo dejar cosas de lado para privilegiar otras, probablemente cuando aprenda a equilibrarme, va a caer del cielo (ojalá no de un avión ¬¬) la mujer que quiero.
A veces pienso que la conozco, en otras pienso que es alguien que llegará de improviso, a veces sueño con un rostro moreno encrespado, y en otras una silueta blanca con voz de ángel, sin embargo, creo que hay más posibilidades de que aparezca otra persona, a que sea una que ya conozco. Y saben, no me importa cuál de las dos sea, porque sé que Dios quiere lo mejor para mí y aunque yo presione y haga malabares para que sea mi decisión, sé que estoy en su camino y él me va a guiar adonde él quiere que vaya.
Además, ¿a qué le debo temer? Mi elección no es la mejor, Dios es quien toma las mejores decisiones y el que sabe las consecuencias, nadie sabe si estar con una o la otra me vaya a perjudicar, sólo Él. Así que se lo dejo a Él, me dedicaré a soñar con la silueta blanca vestida de ángel, la cual no tiene rostro porque me ha sido velado hasta ahora el conocerlo, y si alguien de mi realidad quiere acabar con la soltería, que lo intente ... pero no me haré más problemas por un tema como éste.
Ariel Cruz - 17/01/2009
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