sábado, septiembre 3

¿Por qué a los hombres nos cuesta perdonar una infidelidad?

Estos últimos días me estuve preguntando abiertamente si yo podría ser capaz de perdonar la infidelidad de una eventual pareja, durante las noches me quedé leyendo y buscando testimonios de personas que fueron infieles o sufrieron alguna infidelidad para entender sus causas y las consecuencias, aunque éstas últimas uno las puede sacar por mero sentido común. Dentro de esta búsqueda de material, encontré varias explicaciones que tenían las mujeres para esconder este hecho y uno que otro mito machista que me pareció, por decirlo menos, bastante ridículo.

Más allá de querer dar una respuesta apoyada por estudios científicos o querer establecer una suerte de Biblia para que las mujeres entiendan qué es lo que pasaría por nuestras cabezas en caso de que nos enteráramos de una infidelidad, iré detallando los casos que fui soñando y que me parecieron paradigmáticos, como para entender a grandes rasgos el porqué de ciertas reacciones.

· ¿Qué es lo que uno busca en una mujer?

Hablaré por mí, aunque sé que puede identificar a muchas personas (y esa es la idea). Más allá de las características físicas o ciertos rasgos que a cada cual le atraen, más allá de que si es una mujer tierna o es un pedazo de hielo con curvas y más allá de si nos gustan mujeres seguras o inseguras, pues cada cual tiene sus gustos y sus necesidades. Sí se cumple el que, para establecer una relación formal o estable, uno busque una compañera a la altura.

Con una compañera, por lo menos yo me referiría a alguien con quien pueda compartir mis inquietudes (y que ella comparta las suyas), que me haga sentir escuchado y valorado, junto con que ella también cuente sus cosas y se genere esa complicidad tan hermosa; sumado a ello, una mujer que me entregue su cariño y su amor. El grado de entrega de éstas y otras características de la compañera vienen a ser complementos que le suman atractivo y fuerza a la relación, pero de partida uno quiere eso.

I Would Want

En otras palabras, para que una persona como yo se meta en una relación estable, tiene que confiar en su mujer, tiene que quererla, valorarla e idealmente admirarla. Porque no tendría caso estar con una mujer que no nos inspire también respeto o que sea meramente una cara bonita.

· ¿Qué es lo que ocurre con una infidelidad?

En realidad, también esto puede pasar con otro tipo de discusiones o hechos de pareja, pero la infidelidad viene a ser ya uno de los casos más graves y normalmente tiene consecuencias mortales para la relación de pareja. Para mí, no creo que sea tan complicado el perdonar una infidelidad, pero claramente no volvería a tener una relación de pareja con esa persona y me sería difícil recomponerme después de algo así, claro que no es imposible si uno tiene harto amor propio.

Existen muchos tipos de infidelidades, más que nada porque tienen causas distintas. Podríamos decir que existen infidelidades que se dan porque la pareja está pasando por un mal momento, porque a la mujer le comenzó a atraer otra persona que le brindaba lo que su pareja no, o incluso que ella misma reconozca que su pareja le da lo que necesita pero que por distintos motivos es infiel igual. Causas hay muchas, pero en casi todas se repiten las mismas consecuencias.

A mi parecer, el pilar fundamental de cualquier relación interpersonal, ya sea de trabajo, de amistad o de pareja, es la confianza y la reciprocidad. Saber que la otra persona es sincera, que desea lo mejor para ti y que sepa retribuirte de igual manera (o que, al menos, se esfuerce) lo que tú le das. Pues bien, cuando una persona nos es infiel, esto se derrumba de inmediato.

· Caso 1: Deseo sexual dispar y descuido de la pareja

El primer caso, que es el más "tragable" a mi parecer, es cuando uno de los dos comienza a decaer su deseo sexual por la otra persona. Ya sea el hombre, quien por alguna que otra razón, deja de ser tan mimoso y/o deja de desear (tanto) a su mujer y esto repercuta en su vida; o el caso contrario, en que él la sigue deseando y ella comienza a decaer su deseo sexual por él, descuidándolo.

Normalmente, la 'parte no-deseada' comienza a hacerse múltiples preguntas que llegan a ser frustrantes. Porque claro, lo ideal sería que entre ambos siempre se desearan y pudieran mantener la llama que los une de forma constante y sonante, pero muchas veces se da que eso no ocurre, que por razón del tiempo, de los niños (en caso de que los tengan), de la rutina, de los horarios, o qué sé yo, se van descuidando el uno al otro.

El espiral de frustración de la 'parte no-deseada' puede tener muchas salidas: la primera y más sana sería conversar esta situación con la otra persona para ver si pueden hallarle algún motivo o causa al asunto y puedan resolverlo a la brevedad; otra solución posible es adaptarse al umbral de deseo sexual de la otra parte y dejar de desearle y la última que es más extrema, es buscar en otro lado lo que no se tiene en casa (Por cierto, también hay otras soluciones matices).

Puede ser que sea una vez, o puede que se tenga una relación paralela con el amante. En realidad, mientras más tiempo y más compleja sea la infidelidad, más daño y menores posibilidades de reconstruir existen para uno como hombre. En realidad, poco importa cuántas veces hayan sido, el daño está hecho igual.

El deseo sexual también puede ser reemplazado aquí con otras variables, llámese amor, comprensión, complicidad, el que sea. El punto es que las carencias de la relación se buscan en otra persona.

· Caso 2: Aventuras pasajeras y no tan pasajeras

Otro caso que me llamó la atención fue el de mujeres que se sentían satisfechas con sus parejas pero que, por diferentes motivos o circunstancias, terminaban enredándose con otros hombres, generalmente ex parejas, mejores amigos, personas del trabajo o contactos de fiestas.

En este caso es donde se desarrolla mayor culpabilidad por parte de ellas, porque no saben como cortar ese vínculo y se sienten mal al tenerlo. Algunas con el tiempo terminan acostumbrándose a la doble vida igual, ya sin remordimientos pensando en que la pareja no tiene idea.

· ¿Qué es lo que pasa por nuestras cabezas al enterarnos?

Considerando las situaciones que imaginé y poniéndome en el lugar de mis pares, los hombres, puedo decir que es un cúmulo de sensaciones asqueroso y horrible. Iré detallando en cada plano que es lo que nos puede ocurrir.

Una parte de nosotros intentará comprender el porqué pasó esto, si cometimos errores, si fuimos descuidados con nuestra pareja, ver si pudimos haber hecho mejor las cosas en el pasado y evaluar también si realmente es tan grave la crisis de pareja que se vive como para considerar volver con la otra persona. En el caso 2, esta parte estaría completamente anulada al no haber motivos de peso, así que chiquillas, olvídense.

Otra parte de nosotros se quebrará. Cuando uno elige a una mujer, la eliges porque la quieres, porque confías en ella y porque te brinda seguridad y/o estabilidad. Una vez que alguien te es infiel, ¿cómo puedes confiar ciegamente en esa persona? Ni siquiera está el cuestionamiento válido de que lo vuelva a hacer, sino que ya no se puede confiar, ya no se le puede mirar con los mismos ojos.

Un agravante es que la mujer lo niegue. Es cierto que es difícil que un hombre perdone una situación así porque somos más racionales, sabemos que ya no será lo mismo y entre tener una relación de pareja con dos frustrándose y empezar algo desde cero con otra persona, creo que no hay por donde perderse. Si la mujer lo confiesa a la brevedad, puede que el golpe sea más directo y crítico, pero uno valora mucho más la honestidad y la sinceridad de la mujer y puede ser que uno la perdone. No obstante, si ella lo niega y cree que puede hacernos tontos, créanme, no tiene caso que nos intenten aplacar, hasta podría irse con venganza incluida por ser falta de respeto.

Los sentimientos probablemente seguirán, es decir, el amor que uno siente por una persona no se va a desvanecer de la noche a la mañana y uno probablemente puede perdonar a la otra persona. Pero una cosa es eso, y otra cosa es valorarse, quererse y entender que uno no merece a alguien en quien no puede confiar, que uno no puede besar a la otra persona e imaginarse al otro haciendo de las suyas y que, en la mayoría de los casos, es mejor cortar por lo sano y terminar la relación.

Hay hombres que perdonan infidelidades, que las aguantan y hasta les gustan. Bien por ellos, yo podría perdonar, pero no olvidaría y cortaría de inmediato aquella relación. Porque con mujeres así, ¿para qué uno necesitaría enemigos?

Finalmente, el daño hecho por una infidelidad es terrible, no es solo una cosa de hombría o autoestima, es que nos traicionaron y era esa persona en quien confiábamos y a quien queríamos, con quien nos proyectábamos y sentíamos cierta complicidad.

Lo mejor para los dos - Gonzalo Yáñez

Ariel Cruz Pizarro

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