viernes, diciembre 12

Una oración contestada

Este año no he sido tan bueno ni tampoco ha sido tan bueno en términos personales, pero creo que estoy en camino a ir remediando esa situación. Sin embargo, quiero aprovechar este espacio para agradecer por una oración contestada.

A mediados de año, me di cuenta que no era feliz, que no había tomado buenas decisiones, que estaba evadiéndome en el trabajo y que podría estar haciendo las cosas de un modo mucho mejor. Así que me sinceré conmigo mismo, renuncié a mi trabajo, renuncié también a la compañía de algunas personas y he estado tratando de enderezar el paso. 

Me siento más valiente, más resuelto y más fuerte, saqué energías de donde no había para poder sonreír y ayudar a la gente en el Metro, apoyé a mis compañeros y traté de hacer bien mi trabajo pese a sentirme vacío por momentos, logré pasar todo este año estudiando y trabajando sin reprobar ningún ramo en cuanto a notas (me eché un curso libre por asistencia, una idiotez pero bueno).

Debo dar las gracias a todas esas personas que anónimamente se volvieron un apoyo, no estuve solo y no he estado solo en este año, pese a haber pasado serias dificultades y haberlo tenido cuesta arriba varias veces. Pasando desde profesores que se preocupan por uno y tus conflictos internos, hasta compañeros de trabajo, estudios, amigos, familia y familia política que me dieron ánimo, apoyo, conversación y parte de su tiempo. Por eso, quiero devolverles la mano compartiendo parte de mi intimidad, algo que trato de no hacer mucho pero que me parece justo y necesario.

ORACIÓN CONTESTADA

Dios ha sido muy benevolente conmigo, infinitamente más de lo que merezco, no he sido tan buena persona como quisiera. Me falta mucho para llegar a disfrutar esa paz maravillosa que conocí, pero voy en camino y aunque me pongan obstáculos, sé que llegaré, si he podido con todo esto que he nombrado, sé que podré con esto también.

Después de renunciar, pedí en oración un trabajo distinto, ojalá para mantenerme a largo plazo y poder crecer. Es cierto que estudio Administración Pública, me es fácil administrar recursos, motivar a las personas y me gustaría poder usar mis habilidades para servir a otras personas. Pero mi trabajo ideal es otro, es salir de la zona de confort y evitar la rutina, conocer personas y poder valorar lo que han sido sus vidas, poder tomar fotos y transmitir las cosas buenas que voy mirando mientras ando. Fui muy feliz en los años que hice Consulta Recorridos, y creo que también seré feliz en Recorrido.

Creo que mi oración está siendo contestada a su debido tiempo y con creces, siendo mucho más de lo que pedí. Tengo la hermosa posibilidad de trabajar y viajar a la vez, se me ha facilitado el contacto con algunos actores de la industria del turismo y creo que se pueden armar muy buenas relaciones en eso, algunos de esos contactos llegaron solos. Estoy muy feliz y doy muchas gracias a Dios por eso, seguiré dando lo mejor de mí para hacer ese trabajo :)


domingo, octubre 26

Consejos vocacionales antes de entrar a la universidad

Digamos que esta es la preparación de una posible charla para personas que están en el colegio y tendrán que tomar decisiones importantes respecto de su futuro profesional o laboral. En el contexto de nuestra sociedad actual, con cambios tecnológicos y sociales muy acelerados, una creciente especialización y una globalización que nos hace perder lo local y nos mueve más hacia un comportamiento homogéneo, de masas. Puedo decirles que...


Hay muchos criterios para tomar una decisión. Se puede buscar o elegir una profesión por el campo laboral, por el nivel de remuneración, de acuerdo a ciertas ideas o aptitudes que han desarrollado, conocimientos que han podido adquirir, etc. Es válido pensar en la universidad como un motor de cambio y movilidad social, yo lo vivo como parte de una primera generación que va a entrar y terminar la universidad.

Pero lo que realmente importa son ustedes. Sé que la adolescencia es una etapa complicada, para mí fue ensayo y error, darme cuenta que varias de las cosas que pensaba en realidad no eran tales, verme en el espejo y reconocer con valor las cualidades positivas que tenía, pero también aceptar esas cosas dolorosas, las heridas, los miedos y tener la actitud suficiente para comenzar a resolverlos. A lo mejor ustedes tienen otros problemas familiares, afectivos, les cuesta tomar decisiones, se sienten débiles, vulnerables, vaya a saber uno.

Día a día me toca llegar a Vicente Valdés y esperar una micro. En ese rato que estoy esperando, veo un montón de buses descargar hordas de pasajeros, personas que se dirigen como robots al Metro, que se apretujan viajando a la misma hora para llegar a sus trabajos y con los que me encuentro en las tardes para volver a mi casa. Es casi como un movimiento de manada, el problema es ver a mucha de esa gente infeliz (no toda, claro está), haciendo cosas que no lo llenan. 

Las páginas que orientan la vocación te hablan de sueldos, y es cierto que es necesario tener una remuneración acorde con tu trabajo, es lo más justo. Pero, no le hacen tanto hincapié a lo que somos nosotros. Este sistema educativo tampoco lo hace. Se mide en la PSU y el SIMCE lo que sabes de ciertas materias, se incentiva en los colegios a estudiar aquello que se evalúa, se piensa en el resto de las materias como si fuesen ramos de segunda categoría y se te enseña a repetir como loro lo que alguien puso que debías aprender en un plan de estudio. Pero nadie respeta tu ritmo de estudio ni la estructura tan vertical te permite disfrutar del aprendizaje. 

Me fue muy bien en el colegio, me saqué la mierda estudiando y me exigieron mucho, puedo decir que disfruté y lo pasé bien ante toda esa presión, pero sé que hay personas a las que les cuesta más, o que por tener un ritmo de estudio diferente, o una destreza diferente de la académica, la hicieron sentir tonta, inútil o incompetente. Se habla de que un mayor NEM podría hacer más "democrático" el ingreso a la universidad, pero ni el NEM, ni la PSU, ni el SIMCE ni las pruebas estandarizadas deberían existir, el colegio es una institución que opera como una fábrica, piensa que los alumnos son seres vacíos y los llena de conocimientos, cosas que por cierto son totalmente olvidables. 

Me consta que hay profesores que ven esto de un modo distinto y humanizan la enseñanza, es muy loable, yo quise ser uno de ellos. Pero, si uno se abstrae y analiza de un modo profundo, los colegios no están concebidos para desarrollar nuestros talentos ni dar esa "formación integral", no están pensados en nosotros, están pensados en función de lo que pide la sociedad (y lo que pide un mercado). Y ojo, la universidad es igual o peor, exacerba lo mismo.

El punto es... Salvo quizás sus padres, familiares o algunos profesores en particular, nadie se ha preocupado realmente de ustedes, la sociedad como conjunto no lo ha hecho. Todo apunta a que saldrán del colegio y realizarán ese "mito" o "trayecto" al éxito, entrarán a la universidad, tendrán un buen trabajo, dinero, una familia y morirán haciendo eso. Si son o no felices, es asunto de ustedes; si se valora socialmente o no, depende meramente de los sueldos. No sé si captan, pero por alguna razón en esta sociedad se pervirtieron ciertas cosas y se piensa en función del dinero, como si lo material fuese lo más maravilloso y relevante en la vida.

Elijan lo que les haga felices o les acomode para llevar la vida que les gustaría tener. Para poder hacer eso, necesitan conocerse y saber aquello que les gusta y lo que no. Sé que con 15, 18 y hasta en los veintitantos cuesta mucho hacer eso. A mí no me cuesta, llevo años haciéndome auditorías internas, revisando cómo me siento, probando cosas nuevas, conociendo distintas personas, pero insisto, sé que lo que para mí es fácil o más natural no tiene porqué serlo para otro, que hay personas que les cuesta más. Chiquillos(as), no se frustren, traten de conocerse pero a su ritmo, tomar decisiones, arriesgarse. 

La vida es una sola -al menos en mi concepción- y no vale la pena amargarse con un trabajo que no les gusta, que no les llena, que no les motiva y que tampoco les aporta un reto. A lo mejor no hay ninguna carrera que les convenza (o les gustan muchas, a mí me gustan varias todavía), no se preocupen, mucha gente sale de la universidad y trabaja en cosas distintas o se independiza. Hay que ver la universidad como una herramienta, algo que te da ciertos conocimientos y destrezas, pero depende de ti seguir el camino laboral "normal" o probar tú a hacer algo distinto, hacer un grupo con amigos y crear algo nuevo, no sé, no te limites. 

El problema de seguir el camino de todos, salir del colegio, ir a la universidad y estar allá caminando en Vicente Valdés para entrar al metro e ir a ese trabajo que te paga bien pero no te hace feliz es uno: la seguridad. A lo mejor de jóvenes no se entiende tanto, pero los que han vivido más años me van a entender, uno se acostumbra a lo que tiene y le cuesta dejar cierta comodidad. Esos proyectos que tú dices "voy a trabajar, juntaré plata y me iré al sur a vivir" se quedan en el "voy a trabajar", porque compran casa, auto, se establecen, salen otras prioridades o tienen la oportunidad de hacerlo, pero está ese miedo a salir de lo que se llama zona de confort, ese metro cuadrado donde te sientes cómodo, ese sueldo que te llega mes a mes. 

No se limiten por los conocimientos que no tienen (porque se pueden aprender), tampoco dejen que unos papeles les digan lo que pueden o no pueden hacer y no se pongan a pensar en lo socialmente correcto, en algún momento de la historia la sociedad pensaba que era correcto y aceptable golpear estudiantes, que la guerra era una forma política de gestionar un conflicto (bueh, esto lo sigue pensando), que es deseable hacer uso de la energía atómica para hacer bombas y lanzarlas, que es posible construir y vender miles de casas a gente que no las puede pagar (crisis del 2008, ¿aló?). La humanidad está llena de errores bastante graves, no se vayan a molestar o sentir culpables si se equivocan un par de veces, es parte del aprendizaje, pero luchen por lo que quieren. Es lo único que les pido, si tienen un sueño y son felices en algo, traten de realizarse a través de eso. 

Ah, y déjense de huevear en el computador (a menos que les guste la programación, los social media, escribir, diseño, hacer videos, fotos, etc), en vez de estar en facebook dedíquense a tener experiencias de vida y conocer personas que les marquen. La vida está fuera de esta pantalla.

sábado, octubre 4

Más cerca de la meta

Puedo decir que cada vez está más cerca el día en que pueda disfrutar de ese bendito estado de flujo permanente. Tengo que trabajar más mi espiritualidad y podré lograr esa plenitud, ese peso ligero, que he disfrutado en determinados períodos de mi vida. Hace un año exactamente veía esto como un imposible, hoy es una bendita realidad, ¡estoy más cerca de la meta!

Se me fue la micro | I lost the bus!

No ha sido fácil, tuve que tomar ciertas decisiones difíciles y he tratado de ser lo más desapegado posible -debo reconocer que me cuesta a veces- pero, ante todo, he recuperado el valor después de decidir pensando en mí, pero también en el bienestar de la otra persona. Puedo quedarme con los acontecimientos malos de la relación -que, de hecho, los hubo- pero cada uno nutre su corazón con lo que tiene, yo me quedaré con lo bueno y trataré de pensar de forma positiva, los errores que hemos cometido los usaré para casos de amigos y para relaciones futuras.

Me parece que es justo querer o pensar que una pareja debe ser un equipo, si no, mejor buscar otra persona que esté dispuesta a formar parte de un equipo, con todas las responsabilidades y compromisos que ello conlleva. La vida es una sola, sabemos que es difícil y que tiene montones de desafíos para nosotros, merecemos ser felices y estar con alguien que nos demuestre continuamente que somos valiosos (no es que sin esa persona dejemos de serlo, pero ciertamente debemos estar con alguien que nos ame, nos quiera, nos valore, nos demuestre sus sentimientos, luche por la relación y nos entregue más sonrisas que disgustos o malos ratos).

Surfing Pikachu!

Estos últimos meses me he dedicado a volver a desafiarme. Después de más de 10 años jugando Pokemon, ¡por fin me esforcé y luché para obtener un Pikachu con Surf! Me he puesto a jugar con los cartuchos antiguos para tener más de 10 Pokemon en nivel 100 y poder desarrollar competencias entre ellos.

Ya, sí, es ñoño. El punto es que poco a poco he vuelto a ponerme desafíos, el siguiente paso es conseguir las fotos que quiero para la página web en la que estoy trabajando junto a un grupo de alemanes. Tengo pensado hacer varios viajes a distintas partes de Chile, ojalá poder tomar distintas fotos y poder vivir muchas experiencias nuevas. Es una especie de renacimiento, quiero también volver a escribir de forma continua y contarles todas las hermosas y graciosas anécdotas que me ocurrieron en el Metro.

En otras palabras, estoy contento y feliz como hace tiempo no estaba, cada día estoy más cerca de tener una sonrisa 24/7... ¡vamos que se puede!

Ariel - Me

Próxima mujer... ¡trátame así porfi! :)

domingo, junio 1

Hoja de ruta (Uso interno) - Material y Espiritual

Salimos de la mierda (el aeropuerto jajaja), eso es un gran paso. El avión está en el aire, seguimos tomando altitud. Ahora la gran pregunta que se debe hacer es: ¿y para dónde quiero ir?, ¿cuáles serán mis puntos de referencia?

Tocando el cielo - Touching the sky

Hay muchas ideas. Quiero dividir esta hoja de ruta en dos partes o secciones. Una parte material y otra espiritual. Es cierto que hay muchos más áreas, con sus respectivos matices, pero siendo honesto, se puede establecer esa dicotomía sin caer en reduccionismos. Esta hoja de ruta está pensada para mi situación, pero si la llega a leer porque se la compartí y le tuve confianza, léala y saque de ella cosas que le puedan servir para su vida.

I - Material

Antes de escribir esta parte, hay que tomar muy en cuenta lo que dice la Biblia y más concretamente el Nuevo Testamento en Mateo 6. Jesús nos dice:

"No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde los ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan; porque donde esté vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón" Mateo 6:19-21

"Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará a uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, que ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal." Mateo 6:24-34

A ver, ¿cómo digo lo que quiero decir? Lamentablemente en Chile tenemos sueldos bajos, donde la gran parte de las riquezas del país terminan en manos de unos pocos y la industria del sector financiero permea todo. En mi vida he sido testigo de cómo las empresas pueden ser injustas con su gente, no tan sólo en el ámbito de remuneraciones, sino persiguiendo y buscando forzar la renuncia del trabajador para no pagar indemnización o realizando otras prácticas indeseables. No hablaré de casos concretos, pero tengo presentes tanto a amigos cercanos como mi propia familia. Sumado a esto, después de estudiar la teoría de la plusvalía de Marx me quedó muy claro lo inconveniente que es trabajar de forma asalariada (te pagan menos de lo que produces).

Actualmente la única forma de capital a la que pueden acceder las clases medias y bajas es el conocimiento, volverse un capital humano calificado. Esta es la razón que mueve las protestas estudiantiles, la masificación de las instituciones de educación superior y la "necesidad" de obtener un título profesional para poder "ser alguien en la vida" (en realidad, esto debería cambiarse y decir: estar vigente en el mercado laboral).

Lo que no se nos dice -pero se puede intuir viendo a nuestros padres- es que la sociedad seguirá evolucionando hacia un mercado de trabajo especializado, por ende, cuando tengamos 40 - 50 años estaremos obsoletos de no ser que estudiemos y estudiemos y saquemos diplomados, magísteres, postítulos. Así como las empresas van renovando sus máquinas de acuerdo a las necesidades y los nuevos modelos que aparecen en el mercado, como nosotros mismos somos la herramienta que el empleador necesita, tendremos que ir actualizándonos. Y si no estudias, viene el miedo, el miedo (o la guerra contra) la pobreza y la deuda.

Metro de Santiago - Tobalaba

Podría luchar incesantemente por cambiar la estructura, hacer volar el sistema educacional y financiero, pero digamos que la confrontación no es lo mío, sino más bien tengo un estilo japonés de hacer las cosas. No me considero una persona muy creativa pero sí observadora, así que sin ninguna vergüenza puedo decir que tomo el trabajo de otros, lo internalizo, saco aquello que me parece inútil y le introduzco modificaciones para mejorarlo, hasta hacer una versión propia y mejorada. Alguna vez deseé o soñé con ser un dictador, realizar todos los cambios que consideraba que Chile necesitaba y después delegar el poder en un sistema democrático que permitiera tener una población contenta, con sus necesidades resueltas y dispuesta a trabajar por un mejor país. Hasta que empecé a razonar y cuestionar esa idea -independiente de que quizás nunca llegaría a tener ese poder, me gusta pensar escenarios hipotéticos- encontrando dos razones por las cuales la política es inútil para erradicar la pobreza (aplicable a cualquier otro problema persistente): 1) Es imposible hacer grandes revoluciones o hacer desplazamientos gigantes de recursos de un grupo reducido a uno masivo sin derramar sangre; 2) Si fuese un dictador o estuviera investido de autoridad política, cuando termine mi período está la posibilidad no menor de que se deshagan mis obras y volvamos a quedar en la mierda donde empezamos, a menos que esté favoreciendo a los ricos como pasó en la dictadura chilena. Y una tercera, los ricos nunca perderán.

Vislumbrando todo esto -bueno, hay algunas cosas que he ido descubriendo estos años, las que se han sumado a este análisis- y tomando en cuenta mis capacidades, aptitudes y gustos humanísticos-administrativos, abandoné la hermosa y sacrificada idea de ser Profesor de Historia debido al bajo sueldo que percibiría, el poco tiempo que tendría para disfrutar con mi familia, la malla curricular mediocre que tiene el sistema educacional chileno, la menor cantidad de niños y jóvenes que habrá cuando esté rondando los 45 años (ergo, condiciones de trabajo peores y sueldos más malos) y porque Dios así lo quiso, me sacó en un par de semanas y me dejó sentado en Administración Pública. Algo así como: "Humanamente te dejé elegir para que fueras profesor, pero yo no te necesito ahí, así que te vienes a Administración Pública, de todos modos sé que habrías sido un gran profesor... pero déjame guiarte".

Lo más gracioso es que en cada feria del postulante me reía de esta carrera, nunca escupan al cielo. De no ser porque no tengo tantas aptitudes para las matemáticas ni un corazón despiadado, habría sido Ingeniero Comercial, pero no para trabajarle a un banco o alguna multinacional, sino para tener o gestionar las empresas de un modo más humano, algo muy parecido a lo que plantean las empresas B. A pesar de todas las pestes que hablen sobre el Instituto Nacional, si hay algo que me dejó fue esa necesidad de ver los problemas del país y buscar soluciones concretas, en el fondo, ser un ciudadano que no solamente aporte con el sufragio, sino jugándosela por la patria -aunque yo no creo en la patria ni en la política, pero sí en las personas.

En fin, debo decir que los ramos me parecen fascinantes pero la universidad me parece algo muy arcaico y aburrido. También con el paso de los años dejé de creer en los colegios como una institución que puede brindar educación de calidad, no sirven para nada y solamente servirán para crear masas de personas miedosas, sin creatividad ni pensamiento crítico, puras ovejitas (o gente resentida). Las universidades que alguna vez fueron centros de élite con carácter intelectual, hoy son centros de investigación y centros de capacitación profesional, sobre todo lo último, al final la endiosada carrera universitaria no es más ni menos que una capacitación larga para decir que tienes conocimientos suficientes para ejercer una determinada profesión (o tienes un grado académico que acredita que sabes de algo, aunque pudiste haber pasado los ramos raspando y realmente no tengas idea de nada).

Mi trabajo es ir a la universidad y mi distracción es mi trabajo. Debo ser una de las pocas personas afortunadas que puede decir que le distrae el trabajo, pero se sustenta en la llamada defensa perceptual. La universidad para mí es sinónimo de estrés, personas con ojeras gigantes y que andan malhumoradas o desean que se las trague la tierra por una excesiva carga de trabajo, memorización de conceptos y procedimientos que serán olvidados cuando se acabe el semestre si es que se estudia solamente para las pruebas, personas que se preocupan más de lo mundano y rechazan lo espiritual... para resumirlo, algo tenso. En marzo traté de dedicarme solamente a lo académico, pensando en que si trabajaba no tendría tiempo para descansar o para realizarme, pero descubrí que la universidad se iba a comer todo mi tiempo y sería un zombie universitario más (puaj!), así que me puse a trabajar para evitar llegar a una depresión, lo cual a todas luces resultó. Por lo demás, trabajar para sacar unas notas que a nadie le van a importar en 20 años más... por favor, si me van a estresar que sea por algo que valga la pena.

En fin. En estos momentos me encuentro estudiando para satisfacer una necesidad que me impuso la sociedad, digo me impuso debido a que la tomé porque es una suerte de amenaza: estudia o quedas fuera. También trabajo, es cierto, haciendo una labor que me gusta aunque es cansadora y puede llegar a ser un poco ingrata a veces, y trato de ahorrar. En el contexto de mi familia, no es tanto lo que puedo ahorrar y no gano tampoco una millonada. Pero considerando todo lo expuesto anteriormente, me parece que lo más sensato que alguien puede hacer, preocupándose estrictamente de la satisfacción de necesidades materiales, es dejarse de huevear y hacer una empresa.

En resumidas cuentas, en los peores casos:

- Si mi forma de capital será el conocimiento, seré un potencial esclavo de las universidades, pagando millones que no tengo por actualizaciones y dependiendo de las necesidades que tenga el mercado para el área en el cual me estoy especializando. Esto es especialmente visible en carreras de orden humanista, donde debes matar gente para conseguir un puesto de trabajo (y cada vez será peor).

- Siendo trabajador asalariado, sufriré todos los embates de las crisis económicas, me pagarán menos de lo que mi trabajo aporta y cuando ocurran ciertas circunstancias (externalización del área donde presto mis servicios, cambio de dueño de empresa, ganas de persecución laboral, mucha oferta de profesionales con menores sueldos para mí y menor capacidad de negociación, entre cualquier otra que se les pueda ocurrir) estaré con el poto a dos manos pensando en que puedo perder el empleo y tengo que cubrir ciertos gastos. Sumémosle al tiempo ocioso en que muchas veces caemos en los trabajos, debido a que nuestras labores no siempre necesitan el tiempo estipulado en la jornada laboral y agreguémosle el tiempo perdido entre ir-volver, hacer trámites para la empresa.

- Si por algún motivo mis gastos pasan a ser mayores a mis ingresos, también seré un esclavo del banco.

¿No les parece que si usamos el tiempo de mejor manera, podemos vivir y generar recursos por nosotros mismos? Pensando en 45 horas semanales, es decir, unas 180 horas mensuales y que usemos 1 hora diaria para ir-volver (esto en ciudades como Santiago es mentira, pero exageremos), 200 horas mensuales (20 días laborales) ¿Cómo en 200 horas no vamos a ser capaces de generar un buen sueldo? Oye vamos, ¿cuánto tiempo hemos perdido en la seguridad que nos da el hecho de que otro nos dé estabilidad?

Si yo fuese gentil puro y no hubiese conocido la Palabra de Dios, estaría haciendo lo que estoy haciendo, juntar plata y pensar en tener una empresa, algo con lo cual ser independiente (ojalá comprando yo mismo los bienes de capital que necesito para hacer el proyecto y no siendo esclavo del sistema financiero, mira que ésta me parece una esclavitud peor). Pero como dice Jesús, no os afanéis.

II - Espiritual

Los adultos dicen que debes trabajar en algo que te guste, pero los adultos hablan en lenguaje de adultos, por eso preguntan a los niños: ¿y tú, qué quieres ser cuando grande?, como si ya ser no fuese suficiente respuesta, dejando de lado preguntas básicas como ¿eres feliz?. Lo positivo de ser capital humano es que el conocimiento es intangible y conectable con la experiencia, lo que nos hace seres únicos con capacidades particulares, aunque de todos modos somos reemplazables para las empresas porque solamente aportamos desde un rol. En otras palabras, no tendremos que hacernos cargo ni afanarnos por cosas materiales o por el funcionamiento de la empresa completa, porque produciremos dinero a partir de lo que sepamos.

¿Quiere(s) conocer el agua? - Piriápolis (Uruguay)

Hay un problema espiritual con las cosas materiales y eso se da por la responsabilidad. A medida que crecemos, nos volvemos adultos porque se nos asignan responsabilidades y se nos traspasan limitaciones. Me explico con un ejemplo doméstico. Las personas que viven en casas o departamentos deben realizar aseo -entre otras tantas cosas-, mientras mayor sea la dimensión de la vivienda, más tiempo y recursos necesitará para cumplir con la responsabilidad de mantener el aseo. Tiempo y recursos que pueden dedicarse a otras tantas cosas.

Esto se ve claramente cuando cambia la situación económica de la familia y "se necesita tanto dinero (una cifra) para poder mantener la casa (las provisiones de víveres, aseo y nivel de vida) así como está ahora". Esa gente que tiene mansiones gigantes no es sino esclava de ellas, por cuanto tiene que asegurarse un nivel de ingresos mínimo para poder pagar a toda la gente que se encarga de mantenerla. Uno es esclavo de las cosas, lo que no significa que no debamos tenerlas, sino saber llegar a un punto donde no tengamos excesiva dependencia (o apego).

"Cuando Jesús iba a seguir su viaje, llegó un hombre corriendo, se puso de rodillas delante de él  y le preguntó:
- Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?.
Jesús le contestó: - ¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. Ya sabes mis mandamientos: "No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie ni engañes, honra a tu padre y a tu madre". 
El hombre le dijo: - Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven.
Jesús lo miró con cariño, y le contestó: - Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme. 
El hombre se afligió al oír esto; y se fue triste, porque era muy rico. Jesús miró entonces alrededor, y dijo a sus discípulos: - ¡Que difícil va a ser para los ricos entrar en el reino de Dios!
Estas palabras dejaron asombrados a los discípulos, pero Jesús les volvió a decir:
- Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios!. Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el Reino de Dios.
Al oírlo, se asombraron más aún, y se preguntaban unos a otros:
- ¿Y quién podrá salvarse?
Jesús los miró y les contestó:
- Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible.
Pedro comenzó a decirle:
- Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos, y te hemos seguido.
Jesús respondió:
- Les aseguro que cualquiera que por mi causa y por aceptar el evangelio haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o terrenos, recibirá ahora en la vida presente cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones; y en la vida venidera recibirá la vida eterna. Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos de los que ahora son últimos, serán los primeros". Mateo 10:17-31

No es malo tener cosas, pero debemos saber desprendernos y tomar en cuenta que Dios es lo primero. Sé que para personas que no comparten la misma creencia les dará exactamente lo mismo, querrán reírse de Dios, blasfemar y omitirán lo anterior, pero dentro de todas las cosas que he vivido en esta relativamente corta existencia, solamente hay una de la que estoy completamente seguro y en la cual sé que no estoy equivocado, esa es la existencia de Dios y que tener confianza en él realmente abre puertas, ventanas, puentes invisibles, túneles de gusano y todo lo que sea necesario abrir para resguardar a los suyos.

Si he vivido estos añitos en vacío, ha sido porque he abandonado el camino que Dios me tenía y porque he abandonado lo que se me ha encomendado hacer: esparcir cuál semilla la Palabra de Dios, con actos y pensamientos, usando todo mi ser para sus propósitos. Si hay una cosa que me ha hecho inmensamente feliz y me ha llenado espiritualmente, ha sido estar en cercanía con Dios y saber que le estoy prestando un servicio activo.

Avioncito... ya sabemos para dónde vamos.

Pasajeros - Passengers

Adónde las papas queman, perdón, las personas se queman...

Cuando Jesús fue tentado por Satanás en el desierto, el cual curiosamente fue la primera y única predicación oficial que he hecho en una iglesia, le dijo: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda la palabra que sale de la boca de Dios" en Mateo 4: 4. A no olvidarse nunca de eso.

martes, febrero 18

Romper estructuras

El paso de la adolescencia a la adultez va acompañado de una visión crítica, un tanto idealista por una parte (no se es consciente de las limitaciones, pero sí de los objetivos) y un tanto inocente por la otra (las cosas se ven más sencillas cuando no se vislumbran los intereses particulares de los actores que protagonizan cada acción). Otra vez el Ubi Sunt se me aparece y se adueña de estas visiones más existencialistas. 

La Vida Pasa tan Rápido | The life passes very fast | Ubi Sunt?
La vida pasa tan rápido...!
Creo que hay dos cosas que realmente debemos tomar en cuenta en nuestra existencia: Dios y el tiempo. Dentro de mi experiencia de vida acá en la Tierra, pese a ser una persona relativamente escéptica con casi todo orden de cosas, debo decir que sí creo en Dios y personalmente siento fundamentos y he percibido hechos suficientes para mí como para validar eso. La segunda en tanto, es que todas las cosas pueden ser relativas menos el tiempo. Puedes tener dinero, puedes hacer tus sueños, puedes vivir bajo un yugo, puedes estar con la mujer que quieres, puedes ser rechazado por ella, puedes estar muriéndote en una cama o bien comiendo como sibarita en la misma... cualquier cosa que hagas está marcada por el tiempo, que pasa, se va y no vuelve.

La acumulación de riquezas no lleva a nada. Me parece que es más rico el que tiene más tiempo (para sí mismo), las cosas o propiedades además de derechos implican deberes. Es lo que pienso cada vez que veo a mi mamá (o más bien, cuando a mí me toca hacer las labores del hogar), quizás con una casa más pequeña tendríamos menos espacio, pero habría menos responsabilidad y más tiempo para disfrutarlo. Sí, es un ejemplo extremo pero sirve. Las personas que tienen automóviles, tienen que destinar recursos y tiempo para su mantenimiento, compra de repuestos, verificación de neumáticos, carga de combustible, etc. No digo que cada objeto sea un "gasto" en tiempo, pero cuando te llenas de muchas cosas, tu vida termina siendo esclava de ellas. Acumular dinero tampoco es algo que te haga ser más feliz, te da poder y te expande la posibilidad de hacer o realizar ciertas acciones, pero el que tengas una cierta cantidad de dinero en tu mano no te hace feliz, sino lo que haces con él.

Los estudios tampoco. Es triste que lo ponga así considerando que estudio, pero los conocimientos humanos me parecen tan indignos de consumir mi tiempo. Pongámoslo así... en algún momento, personas desarrollaron el máximo de sus capacidades intelectuales para desarrollar teorías y descubrimientos (en esta época ya casi no se puede descubrir nada, y en mi campo que es la teoría administrativa... me parece que tiene que ver más con habilidades blandas y negociación que con conocimientos científicos) que, siglos después, son vencidos por otros paradigmas. Así los niños en la escuela se ríen con las cosas que pensaban en el pasado... toda una vida dedicada a la ciencia para mí es una vida perdida. Que un título universitario o un posgrado te pueden dar un status y ofrecer una posición privilegiada, sí; pero dedicar tu vida a estudiar... es pérdida.

El tiempo pasa. Se supone que las personas viven en ciudades porque ofrecen las comodidades y servicios que ellas necesitan, entre ellas, puestos de trabajo. Chile en estos momentos tiene un nivel de desempleo bastante bajo, así que no hay mucho problema en ello, no obstante, en mi vida he visto varios casos que me hacen dudar de lo provechoso y beneficioso que sea dedicar mucho tiempo a una empresa. Una de mis tías ha llevado unos 30 años trabajando en una empresa farmacéutica desde que su dueño la fundó, pues bien, el dueño hace poco tiempo vendió la empresa a unos peruanos y echaron a casi todo el personal antiguo, ella estuvo más de 1 año con dolencias físicas y estrés debido a que no sabía si la echarían o se quedaría. Mi papá pasó por un caso similar, trabajaba en una automotriz durante 20 años creo, la empresa no estaba pasando por un buen momento así que la vendieron, los nuevos dueños empezaron a presionar para que se fuera dejándole el doble de carga de trabajo por el mismo sueldo y las mismas horas, incluso tuvimos que ir a ayudarle nosotros en días de fin de semana para que alcanzara a cumplir... todo para ahorrarse la indemnización y que renunciara. Cuando se encontró cesante, se dio cuenta que esos 20 años de experiencia no servían de mucho en el mercado laboral. Y así, hay varios casos de personas que pierden su estabilidad al salir del trabajo en el que han estado por mucho tiempo, o personas que se quedan por necesidad, haciendo infelices sus vidas.

Las empresas, querámoslo o no, no son de sus trabajadores (que a la larga son los que producen), sino de sus dueños. Es bueno hacer un trabajo de forma excelente y dar siempre lo mejor de nosotros, pero no desgastes tu vida trabajando por hacer brillar las flores de un jardín ajeno. Tienes familia, hijos, mamás, papás, amigos, hay otras cosas más allá del trabajo. Si te gusta y es placentero, pues bien, aprovecha y sé feliz, pero recuerda que el trabajo no lo es todo.

Atesora los buenos momentos y procura darlos. A veces uno da por sentado ciertos valores, porque para quien los tiene suenan tan lógicos y sencillos de comprender o de poner en práctica, pero no todas las personas piensan, sienten y han vivido igual. Me parece que si tenemos una vida tan corta (lo suficientemente corta como para reclamar en la vejez de que nos hubiese gustado hacer más cosas), lo ideal sería aprovechar la vida haciendo actividades que nos enriquezcan y nos aporten, ojalá que al compartir con más personas encontremos cosas placenteras, momentos agradables, conversaciones inteligentes, profundas y ante todo, comunicación. Los seres humanos nos unimos a partir de la comunicación, si no tendemos puentes con los demás y no manifestamos lo que yace en nuestro interior, a la vista de un minero podemos ser la mina más rica en un cierto mineral del mundo...pero no descubierta. Descubrámonos, ¡abrámonos...!

Pasajero - Passenger
Pasajeros
Todo en esta vida es pasajero, así que no te aferres a las cosas, te dolerá su partida. Es mejor que guardes buenos recuerdos, que revivas aquellas cosas bonitas que te pasaron, y que sepas dejar ir. Es doloroso aprender a dejar ir, pero en la vida no nos quedaremos con nada, es mejor empezar a hacerse la idea de que nada (ni nadie) es nuestro.

domingo, febrero 9

La crisis existencial que termina...

Digamos que este es el fin de un ciclo y el comienzo de otro (¡que emoción!). En el balance general, hay personas que dirían que el año pasado tuvo un saldo negativo: mi estado de salud se deterioró bastante al estudiar y trabajar a la vez, mis calificaciones universitarias no fueron excelentes y caí en el ranking de estudiantes de mi generación, mi relación de pareja llegó a estar tan descuidada que casi termina al comienzo de este año, entré en una especie de ciclo depresivo a fines del año pasado, aún así me parece que no fue un mal año, todo lo contrario, fue un BUEN año.

¿Por qué? Porque las crisis son buenas. Los aviones despegan, pero también tienen que aterrizar. Como ser humano, no debes temerle a las crisis (al menos no a las tuyas, teniendo los medios para saber llevarlas), es como que en Chile la gente temiera a los temblores....wait, sí, ya, sí hay gente que les teme. El punto es que las crisis no son malas, lo malo es no saber llevarlas, pero las crisis en sí son excelentes momentos para pensar y replantearte las cosas.

¿Cosas positivas del año?
1. Poder estudiar y trabajar
Uno no sabe lo que es hasta que lo vive. Honestamente ya sé lo que se siente dormir poco, tener la cabeza pensando en dos universos diferentes, que la gente te reclame para que des más cuando ya estás dando el 90-100%. Métanse en sus vidas y déjense de huevear, cada vez que conozca a alguien que hace ambas actividades le daré mi apoyo y le diré que no se rinda, dado que el resto de la gente solamente sabe tirarte hacia abajo (aunque muchos tengan buena intención, cosas que pasan).

2. Trabajar en el Metro
¡Y cómo no! Ciertamente ha sido un real privilegio poder trabajar en el Metro, poder conocer a fondo el trabajo en las estaciones, conocer las claves y códigos secretos (obviamente no los voy a divulgar). Pero más que nada, poder conocer equipos de trabajo, compañeros de trabajo entrañables y a los cuales extraño, y ayudar... si al final tanto viaje que he realizado no puede ser inútil, aquí todos mis conocimientos son útiles y sirven para ayudar a algún usuario a llegar a su destino. Una maravilla, me pagan por ayudar.

Hasta me di el lujo de ver el último tren en Plaza de Puente Alto. ¿Qué más puedo pedir? Me pagan por ver esas cosas jajajajaja. El Ariel de 14 años estaría fascinado con esta veta de mi vida.

3. Mi relación de pareja
Sí, es cierto que los últimos meses del 2013 entran en la categoría de cosas que seguramente olvidaré en los próximos años (debido a que no ocurrió nada realmente interesante o de gran impacto emocional positivo), sin pena ni gloria dirían por ahí (y con más pena que gloria, pero bueh). Pero, como decía antes, las crisis no son malas, lo malo es no saberlas llevar. Es bueno tener estas instancias de crisis para evaluar y tomar decisiones. Aunque en un primer momento no quería continuar la relación (por estos últimos meses que de verdad no me aportaron nada), apostamos por seguir y si vamos a seguir, que sea algo bueno.

Y si no resulta... bueh, solo me las arreglo bastante bien también.

4. Proyectos
Con todas las cosas que he cuestionado en esta crisis existencial, también salen a la luz pública posibles soluciones. No todo en esta vida es criticar, también tenemos que proponer y jugar. Espero poder tener la constancia para hacer estos proyectos realidad.

¿Qué me he cuestionado?
Una de las cosas positivas de andar depresivo es el ojo crítico. Es muy fácil encontrarle la quinta pata al gato y decir que tu vida es miserable, encontrar 10.000 formas de mejorar tu existencia o pensar en cosas que te gustaría que pasaran (o hacer) para poder ser más feliz. Hay tantas cosas que me he cuestionado y ¡tengo tantas ganas de conversarlo con alguien o compartir mis inquietudes! Trataré de ser breve acá:

1. La vida en ciudad / sociedad / adultez
Reviso mi vida durante estos 19 años (miento con la edad... pero en fin), es como tomar una misma hoja y ponerla a multicopiar. Es cierto que mi caso es menos extremo que el de muchas personas, porque debido a mi afición por los medios de transporte públicos he recorrido media ciudad y conozco rincones que el común de la gente con suerte sabe que existen pero... imagino mi vida de adulto, en una casa, con un trabajo estable, teniendo que pagar cuentas, teniendo solamente los fines de semana para dedicarlos a mis cosas, pagando las cuotas de un auto que usaré de vez en cuando para hacer viajes si es que se me place despertar temprano (así como anda mi insomnio, lo dudo) y ¡puaj! Por favor, tengo solamente una vida, no dos ni diez mil, ¡una! Hay que saber aprovecharla.

Tampoco me veo como un nómade eterno, la verdad es que he viajado y es bastante agradable conocer otros lugares, pero digamos que no me llama mucho la atención vivir viajando los 365 días del año, ¿por qué? Porque no, no sé, recorrería Chile completo, eso sí que me gustaría hacerlo, pero si me muero hoy tampoco me lamentaría mucho de no lograrlo. No sé si se entiende, es bonito pero tampoco es mi pasión.

Así que no sé, una de las cosas que me gustaría hacer es tener una casa rodante. Como sabrán, llevo años fotografiando medios de transportes, pero no tengo ni un vehículo propio, me gustaría tener una casa rodante para conocer otros lugares pero también para mostrar fotos de mi vehículo. Quizás, si mi profesión me lo permite, puedo ir viviendo un año en cada ciudad y conocer la zona con más profundidad. O derechamente me lanzo a vivir una aventura loca... anda a saber.

2. La vida de universitario
Ya, esto es una reflexión hecha apenas entré a la universidad y dudo mucho que me la quiten. No me gusta la vida de universitario ni la vida del estudiante de posgrado o que quiere hacerse una carrera académica. Créanme que en algún momento pensé hacer eso, ser un profesor de Historia destacado, hacer magísteres y doctorados y posdoctorados, pero algo en mi corazón decía que esa vida me deparaba un vacío enorme y es verdad. No tengo nada en contra de las personas que dedican sus vidas a las universidades y a fomentar la creación de conocimientos, al descubrimiento de más aspectos de nuestra vida o realidad, pero para mí, no, por favor, ¡no!

Me gusta dormir, partamos por ahí, no le veo ninguna gracia a vivir escribiendo papers, exprimiendo al máximo mi cerebro para crear conocimiento o cosas que serán obsoletas al año que vienen (o que seguirán siendo útiles como un archivo histórico). Que es muy loable lo que hacen y puede ser de gran utilidad para el mundo... lo es, pero ya dije, mi vida es una y no la pienso dedicar a una institución (o a la ciencia, la academia o como prefieran nombrar el círculo antes mencionado).

3. Estresarse por la universidad
Me llega a dar un dolor de estómago leer en redes sociales a mis compañeros estresándose por la universidad. Yo me maté estudiando en un colegio muy exigente, preocupándome por tener los mejores promedios, tratando de aprender todos los conocimientos que me ponían enfrente. Al día de hoy, no sé si habrá sido tan útil (salvo para entrar a la universidad), los conocimientos que no utilizas se te olvidarán, he aquí que se me han olvidado casi 12 años de escolaridad. 

Insisto, tengo una sola vida, no la voy a malgastar. Si quieren calentarse la cabeza con la universidad, allá ustedes. Yo no voy a fiestas, no me dedico a beber por las tardes, tampoco las haré de vago, pero le hago la guerra la universidad, es cosa de ver cómo la gente se avejenta en la universidad, con tantas horas de sueño perdidas la gente se echa varios años encima (y no es que lo diga de superficial, pero el desgaste para la salud de esas personas es algo que yo considero importante). Me pregunto, ¿realmente da felicidad estudiar? Para mí, no.

4. Los colegios
Una de las instituciones a la cual quiero declararle la guerra es a los colegios. Como buen Taurito, considero que el tiempo tiene un valor importante y en los colegios el tiempo realmente se desperdicia. Las mejores cosas que aprendí en el colegio fueron cosas que los profesores me contaban de sus vidas, alguno que otro conocimiento de los ramos que me interesaban (Historia, Biología, Lenguaje) y sería... pero más que instituciones educativas, hoy en día los colegios son una mezcla de fábricas y guarderías. 

Honestamente ahora yo tampoco lucho por una educación gratuita, porque veo la educación como una imposición. La metáfora que me hago en la cabeza es que la sociedad toma a un niño y trata de enseñarle los conocimientos necesarios para que viva dentro de ella, así los colegios sirven como instancias de socialización y cohesión cultural. Hasta ahí todo bien pero... ¿alguien te pregunta si quieres eso?

Los mejores profesores no son los que te enseñan todo lo programado (esos sirven para las pruebas estandarizadas y esas cosas), sino los que te inculcan un amor por aprender. En ese sentido, mis profesores no titulados más queridos siempre serán mis papás, que no le pusieron muchos límites a mi curiosidad.

Si tengo hijos, espero poder educarlos en casa, que compartan con otros niños, con otras personas de distintas edades, que conozcan los lugares o las cosas que quieran no por la televisión (o el internet así como van las cosas), sino que in situ. Me parece que los colegios son una pérdida de tiempo y de recursos.

5. Los trabajos
Una de las cosas más dolorosas del año pasado fue trabajar. Hay gente (en especial de generaciones anteriores) que ama trabajar, yo no digo esto de vago sino que tiene otra implicación. Probé suerte moviendo placas de cerámicas para una empresa contratista, duré una noche y con varios rasmillones. Probé en un cine que está en la parte alta de la ciudad, quise moldear el horario a mi conveniencia para poder trabajar pero durante una semana nadie me atendió para cambiar mis horarios, renuncié. Finalmente me quedé con el mejor trabajo que he tenido: ser Asistente al Cliente en Metro.

Cuando las estaciones son complejas y hay mucho público, ciertamente el trabajo es muy entretenido, cada día es diferente y me pagan por dar indicaciones sobre lugares a los que ya he ido, por ser atento y decirle a la señora perdida que necesita tomar el tren que está en el otro andén. 

Pero cuando las estaciones son aburridas y no hay público te das cuenta de una horrible verdad. Estás vendiendo tu tiempo a una empresa/institución.... TU TIEMPO. Yo soy joven, supongo que no es tanto problema para mí pensar que 20 horas a la semana no es tanto considerando que las personas trabajan 45 horas legalmente por semana en Chile. Pero, son 20 horas semanales que no dedicas para ti, en realidad es más tiempo considerando tiempos de traslado, vestimenta, aseo personal, presentación personal, estudios, capacitaciones, etc.

Cuando yo veo la vida de la gente adulta, con la que he compartido vagones de Metro durante más de 7 años, pienso que es casi una suerte de esclavitud. Vivir para trabajar en una empresa que no es tuya la mayor parte de las veces, y quedar con un espacio reducido de tiempo para poder vivir tu propia vida personal, para compartir con tu familia e hijos. ¿De verdad es la vida que quieren? Yo ni a palos. Podrán pagarme mucho en mi profesión futura si Dios quiere, pero vivir toda la vida de esa manera me parece un disparate, con razón hay tanta persona con necesidades de ver psicólogos y problemas de salud mental.

6. Amar lo que se hace
Me he convencido una vez más que debes amar las cosas que haces (o tratar de buscar una cosa que cumpla con lo anterior si te andas frustrando en estos momentos). Las personas que hacen cosas y que no le ponen amor, las hacen a medias por una sencilla razón: es un deber. Pero si lo amas, pasa a ser un placer, placer al cual le puedes dedicar horas extra y no te reclama la consciencia.

7. Lo que me desagrada
Empecé a añadir una serie de características que me parecen insoportables, personas con las que cierro mi boca y mis pies comienzan a avanzar solitos a buscar un lugar silencioso, callado y apacible. Curiosamente casi todos se resumen en esto.

8. Lo que quiero en el amorsh
Debo admitir que no creo en el tarot, los horóscopos diarios y todas esas mierdas. Estoy en contra de todas las manifestaciones de adivinos, tarotistas, magias blancas, negras, de las que sean. No obstante, debo admitir que en las características sí soy muy Taurino para mis cosas, esto concuerda mucho con lo que me gusta. Haría mi propio testamento pero sería decir los mismos puntos y me da flojera redactar esas cosillas si alguien se dio el trabajo de hacerlo y lo hizo bien jajajajaja.

...

Hay que vivir! Dejamos atrás canciones como Push, Vivir la Vida, Hombre al Agua y Puente. Ahora damos vuelta la página y que ¡Dios nos guíe en todo!

viernes, enero 17

Des-prender-se

Eso quiero, desprenderme de todo. Ojalá estar solo, darme el tiempo de expiar mis culpas, darme el bendito momento de estar en paz conmigo mismo, pensando en el hoy, no en el ayer ni en el mañana. Desprenderse, estar lejos, un rato... volver renovado. Salir de este cascarón, de esta cuna, de este refugio, acabarlo todo, tener un punto de inflexión, un terremoto, ¡UN CAMBIO!... y volver :)

domingo, enero 5

Cambio de página

Estos meses son ricos, para otras personas las crisis y las separaciones podrían significar demasiado dolor, pero los dolores se asumen en el paquete de riesgos que conforman las decisiones. Tengo la teoría de que, en cuestiones amorosas, vamos como un péndulo. Buscamos o somos de una manera, fallamos... nos vamos a la otra trinchera.

Fui arriesgado, muy arriesgado, aposté pese a todos los riesgos; traté de armar una relación de la forma en que pensé que era la mejor, tratando de recoger toda la experiencia de las otras personas que me decían sus problemas, pensando en tapar los hoyitos que podía tener esta relación para así estar por años dentro del barco, tranquilo y confiado en que ninguna tempestad lo daría vuelta.

Y ahora... me toca el otro lado del péndulo. Aunque no quiera y mi conciencia me diga que esto no es parte de mi carácter, no quiero arriesgar, no sé qué quiero en una relación, tampoco me interesa andar pensando o estudiando o invertir toda mi energía en concretar un proyecto nuevo. Me gustaría que me llevaran, que me dieran un empujoncito, poder ser el pasivo esta vez, que me llenaran de todas esas cosas que yo traté de hacer... que me regalaran detalles, conversaciones entretenidas, tener temas en común, estar con alguien abierto al diálogo, en el fondo... tener lo que siento que no tuve.

¿Qué será de mí ahora? Ni idea... pero aunque sea una segunda oportunidad, no estoy muy convencido.

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