Como bien han leído, me encanta el tema de hablar de "la pareja que no tengo", hacer alusión a ella, referirme a cómo pienso y cómo un tema de esta naturaleza logra calar hondo en mí, aún cuando en el contexto donde me estoy desenvolviendo, no hay un lugar (lo hay, pero es limitado) para una compañera, ¿en qué sentido lo digo? Que no puedo dedicarle el tiempo que merece.
Después de meditarlo, soñarlo y pensarlo durante alrededor de un mes, concluí los "cánones" que definirían a esta mujer, y la verdad es que pido mucho, pero sé que llegará en su momento (sí, algún día) y sé también que si alguien coincide con estas características, no necesariamente voy a jugármela por ella porque habría que analizar el contexto para decidir.
Lo que quiero es una mujer que me ame de verdad, y con "amar" me refiero a que con hechos me demuestre que me quiere, que quiere lo mejor para mí, que se preocupa por mí, que me ayuda cuando tengo problemas e intenta que nuestra relación sea lo más amena posible, además de cosas adicionales (detalles) que demuestran cuando una persona te ama, de igual forma yo daré exactamente las mismas cosas que mencioné más los detalles, pues hay que establecer un equilibrio y cierta reciprocidad.
También quiero alguien que sea un libro abierto conmigo, es decir, alguien confiable en quién yo pueda depositar mi confianza, alguien que sea fiel incluso de pensamiento, que sea transparente conmigo, con conducta irreprochable y sincera, que no tenga miedo de decirme las cosas a la cara pero que sea asertiva, es decir, que sepa que las conversaciones en tono normal ayudan a resolver los problemas y fortalecen los vínculos de pareja. Así también, que ella vea en mí una persona sumamente confiable, que confíe ciegamente en mí y no crea todo lo que terceras personas pueden inventar, prometo sinceridad y también creo que es necesario -aunque se forma con el tiempo- tener cierta complicidad con ella.
Sumado a lo anterior, alguien que me quiera mucho, es decir, que me tenga mucho cariño, que me lo diga, que me lo demuestre y que me lo recalque, porque aún cuando yo sea una persona aparentemente fría, significa mucho (y me agrada también) que me digan que me quieren jejeje, pero más me importa que me lo demuestre con hechos que con palabras, pues los hechos hablan por sí solos.
Como cuarta característica, alguien con quien pueda proyectarme, esto implica que ella me haga feliz (feliz emocionalmente y espiritualmente), con quien sepamos resolver de buena manera los conflictos que se nos presenten en la relación (capacidad de discusión y ser asertiva), alguien con quien tenga química (complicidad, lenguaje propio, facilidad, confianza, entre otros), alguien que yo encuentre bonita, que sea madura, que sus padres me conozcan y me valoren, además de que valore (ella) mis iniciativas y hobbies independientemente de que le gusten o no (o sea, me acepte como soy), además de que yo perciba en ella una persona responsable que pueda ser buena pareja, buena esposa y buena madre (aunque esto último se agregará cuando sea más grande y esté en planes de ... xD).
Finalmente, alguien que crea en Dios, a quien pueda enseñarle (y a su vez, alguien que me enseñe) las cosas del Espíritu, que sienta a Jesús en su corazón y que me fortalezca y me ayude a crecer en esta área de la vida.
Como pueden ver, pido mucho pero sé lo que estoy pidiendo, y sé también lo que quiero de alguien que sea una eventual pareja, pues todo lo que yo puse ahí es también lo que puedo ofrecer, y no puedo pedirle a alguien algo que no puedo devolver o dar, pues ahí habría un desequilibrio y eso produce un quiebre.
Me alegra escribir esta entrada, porque es una inquietud que tenía desde hace tiempo, y la verdad no tiene un gran objetivo, ¿la razón? Es un escrito de mi diario de vida que me daban ganas de escribir y que nadie lo leyera jajajaj. Mis saludos para mis fieles lectores, ustedes no son nadie ;)
Ariel Cruz - 06/02/2009
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