jueves, septiembre 26

Reconozco mi prisión

Bueno, reconozcamos el problema. Nadie lo va a leer, y si lo leen, será tarde, así que da lo mismo escribirlo acá. Quisiera que lo leyeras, pero por otra parte no quiero, también me da algo de vergüenza.

Dejé de vivir, estoy pero no estoy. Vivo, pero no siento. Es raro, ser siempre el palo que asiste al resto y de repente caer y pucha, necesitar que otro me levante, sobre todo cuando me dije que no iba a depender de nadie. Bueh, la vida le rompe el orgullo a todos supongo.

Trato de cumplir todas las cosas que estoy haciendo. Trato de ser un buen estudiante, trato de ser una buena pareja, trato de ser un buen trabajador, trato de ser un buen hijo. Trato, y creo que la mayor parte del tiempo logro cumplir mi cometido, todo gira aparentemente normal y todo funciona, nadie echa en falta al Ariel feliz, total, un par de tallas y sonrisas falsas pueden servir de disfraz, y la gente no nota nada cuando los cambios son paulatinos.

Cumplo, pero no disfruto lo que vivo, ni lo que hago, ni lo que siento. Estoy anestesiado, adormecido, es doloroso estar así, no sentir nada, nunca descansando, nunca durmiendo, tener mal humor cuando alguien que me importa me mira fijo porque pueden saber lo que me pasa y ¡paf!, reaccionar de mala manera cuando alguien me molesta, cuando me cambian de un lugar a otro. ¿Recuerdan Wall-E y la melancolía del vivir de sus habitantes? Es algo como eso, como si de verdad no viviera, ando en piloto automático.

Me perturba esa ausencia de emociones, ese no disfrutar las cosas que hago y que pucha, antes las disfrutaba tanto. Me duele mucho estar en la posición en que estoy, en que lastimo a las personas que más quiero tratando de decirles que me estoy ahogando, en las que me doy lástima de ver lo tan debilucho que ando, ¿cómo llegué a esto?, ¿cómo? =(

Antes no era así, yo no era así. No sé qué me pasó entre medio que terminé así como estoy. Yo era bacán, era valiente, me la podía con todo lo que me ponían, hay un montón de cosas que se me han olvidado. No me odio, pero de todos modos igual me reprocho. Estoy prisionero dentro de mí mismo y no sé dónde está la llave, o la salida, lo que sea. Quiero salir, quiero volver a sentir, volver a vivir, volver a realmente vivir.




No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...